¿Podemos evitar que nos hagan ghosting?

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La redes sociales son una válvula de escape divina a la hora de evadirnos un ratito, para muchos es un portal para visualizar su futuro, para otros es una fuente de trabajo y para otros simple entretenimiento. Pero como bien sabemos tiene una cara fea, una en la que si no vamos con cuidado puede afectar nuestra salud y la manera en la que nos percibimos; entre algunos de los fenómenos que se está “viralizando” nos encontramos con el Ghosting.

¿Qué podemos entender por Ghosting?

El ghosting se refiere a cuando alguien corta toda comunicación con otra persona sin dar ninguna explicación. Este fenómeno está relacionado a todas las circunstancias sociales y puede afectar la manera en la que percibimos el mundo.

Muchos psicólogos asocian esta práctica al maltrato psicológico y la crueldad emocional. Pero la gran pregunta es: ¿Podemos evitarlo? Es importante entender que esta es una forma de rechazo simple pero cobarde, y que habla más de quien lo practica que de quien lo recibe.

No todos gestionamos el rechazo de la misma manera, hay quienes pueden tomarlo como una anécdota más del día a día por estar plenamente conscientes que la falta de tacto de la otra persona es solo su responsabilidad; pero hay quienes lo asimilarán desde la incomprensión, generando sentimientos de culpabilidad, rabia y menosprecio a sí mismo.

El ghosting y su asociación a la autoestima

Existen varios niveles de ghosting, los más leves por llamarlos de alguna manera, son cuando conoces a una persona por redes sociales y luego de un tiempo dejan de responder a los mensajes sin motivo aparente, luego están los que tienen una mayor vinculación con la otra persona, es decir que tienen un trato más íntimo y personal; puede tratarse de una posible pareja, un amigo o un compañero de trabajo.

Según la experta en psicología Carla Marie Manly, “cuanto más tiempo pasas con esa persona y cuanto más íntimo emocionalmente es vuestro vínculo, más probable es que el daño mental y emocional sea mayor para aquel que lo padece”.

Quienes ponen en práctica esta desaparición casi mágica se les asocia una baja autoestima, además de una conducta irrespetuosa y débil; ya que la confianza en uno mismo nos lleva a afrontar situaciones complicadas pues tomamos una actitud resolutiva ante un posible conflicto.

¿Cómo podemos evitarlo?

Para evitar la repetición de este ciclo, es importante modificar la manera en la que rechazamos a la otra persona. Hay que tomar en cuenta que hay formas de ser directos pero no crueles ni ambiguos, por lo que decirle a la otra persona cómo te sientes es fundamental para dejar las cosas claras.

No es preciso disculparnos porque ya no sintamos el mismo interés en alguien, pero hay que establecer límites asertivos. Manly aconseja lo siguiente: “Si solo has tenido una o dos citas con esa persona, está bien terminar la relación con un simple ‘Gracias, pero no estoy interesado” o No hay necesidad de que haya reciprocidad entre ambos” pero si la cosa fue mucho más lejos, es preciso tener una conversación franca y abierta con esa persona para que tenga derecho a saber qué es lo que ocurre y no quede en un limbo que lo lleve a una crisis emocional.

Alexandra Hidalgo
Disfruto del orden que habita en el caos de ahí mi amor por la moda, la fotografía, los libros y mis peleas con lo absurdo.
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