Un nuevo estudio ha demostrado que se podría hablar de terroir en el whisky así que exploramos un poco las implicaciones que tiene el uso de este venerado término del mundo del vino en el destilado:
- La ciencia. Un estudio reciente promovido por Waterford Distillery de Irlanda en alianza como expertos del Teagase Food Research y en la universidad Oregon State ha encontrado evidencia que la cosecha (año) y el lugar de procedencia del cereal puede influir en sus notas organolépticas del whisky.
- La crítica. La reserva recurrente es que el proceso mismo de elaboración del whisky pareciera tender a borrar ese efecto inicial, sin embargo, la búsqueda ha continuado para demostrar qué papel tienen las condiciones iniciales en las diferencias tan marcadas que hay entre whiskies de distintas procedencias.
- Lo real versus lo romántico. Siempre nos gusta leer sobre estos estudios porque aportan la perspectiva que a veces la pasión nos hace negar. No hay duda de que en el vino es posible entender más nítidamente el papel que juega en el terroir, rápidamente pensamos en clima y suelo, encontramos una o dos regiones y viñedos específicos dentro de estas regiones y podemos sacar conclusiones aparentemente directas. Sin embargo, en un tema todavía por explorar y por debatir, siempre quedan detalles como el impacto que tienen las levaduras seleccionadas versus las levaduras autóctonas, la forma como el calentamiento global está generando cambios y nuevos hallazgos acerca de la relación que va del suelo al vino. En el caso del whisky, será cuestión de seguir haciendo experimentos y preguntas mientras disfrutamos. (con información de Decanter)