Todos en alguna oportunidad hemos oído hablar de las relaciones abiertas, para algunos esto es un mito y para otros es una realidad con ventajas. Para aquellos que aún albergan sus dudas, estuvimos buscando información y resolviendo una que otra incógnita.
Para empezar, la monogamia a nivel científico se entiende como un fenómeno cultural que nos enseña la sociedad -sobre todo la occidental- y que condiciona la manera en la que percibimos y entendemos las relaciones personales. Se considera que el amor debe ir en una única dirección, es decir hacia una persona, pero es aquí cuando nos preguntamos: ¿Es preciso sentirnos obligados a seguir dicha pauta social? ¿Es la única idea válida del amor?
Definamos qué es una relación abierta
Estos últimos años han sido testigos del crecimiento de las relaciones abiertas, muchos de los que han optado por la experiencia han asegurado que gracias a ella han salvado una relación moribunda o han mejorado una crisis potencial.
Pues algunos afirman que este tipo de relación aporta seguridad y bienestar en la pareja. Las relaciones abiertas se definen como aquellas cuyos integrantes no consideran la monogamia como la única vía para mantener una relación sana y estable. De esta manera, cada miembro de la pareja expresa su necesidad de relacionarse y mantener un contacto más íntimo, no necesariamente sexual, con una o más personas.
¿Por qué se decide por este tipo de vínculo?
Es una decisión que puede formarse al principio de la relación o como nueva forma de enfoque, siempre partiendo de que cada miembro sea completamente honesto sobre sus inquietudes, problemas u otros factores que puedan poner en peligro dicha relación.
Para conseguir que este tipo de relación funcione es importante aceptar la nueva perspectiva para poder abrir la mente y entender qué tipo de unión se tiene con la pareja, y cuáles serán los lazos con las terceras personas implicadas. Jamás se debe iniciar este tipo de relaciones si una de las partes no está convencida del todo.
¿Qué puede aportarnos una relación abierta?
Una relación de este tipo no es sinónimo de que ambos miembros tengan plena libertad de hacer y deshacer a su antojo, todo lo contrario, una relación abierta requiere de normas y límites. Como pasa con una relación monógama hay que llegar a un acuerdo entre la pareja para que la necesidad afectiva se vea cubierta, de igual manera los secretos quedan descartados para reforzar los lazos de compromiso y confianza.
En materia de celos, en teoría deberían desaparecer al ser plenamente conscientes de lo que hace la pareja, es uno de los principales factores por los que las personas se sienten cada vez más inclinadas a mantener este tipo de relaciones, pues se considera que las parejas monógamas sufren este tipo de tensiones, ya que siempre hay una inquietud del papel que ocupan en la vida de su pareja.
Finalmente, en las relaciones abiertas se espera que el tiempo dedicado a la pareja se vuelva mucho más importante, ya que aumenta la cantidad de horas juntos. Con el crecimiento de la comunicación se desarrolla mejor el cuidado y protección de la relación haciendo que cada día sea más fuerte y compenetrada.