Shelby Cobra 1965… ¡Con carrocería de bronce!

Shelby Cobra
Shelby Cobra

Siendo un coche icónico y con una apariencia muy particular, el clásico Shelby Cobra es un modelo que ha servido de inspiración a infinidad de compañías, y durante décadas son muchas las réplicas de este bestial deportivo que han ido apareciendo en el mercado.

Probablemente uno de los autos más replicados en la historia, es sin lugar a dudas una de las invenciones de Carroll Shelby, el mismísimo Shelby Cobra.

Sus recreaciones de carrocería son fabricadas en todo tipo de materiales, desde fibra de vidrio, fibra de carbono, aluminio y, por supuesto, acero.

Shelby Cobra una obra automovilística

Shelby Cobra

La obra maestra fue creada por el estudio Kirkham Motorsports con sede en Utah (EEUU), que se especializa en la construcción de réplicas de autos clásicos.

Como base del vehículo de bronce los fans automovilísticos tomaron el legendario Shelby Cobra 427 S/C de 1965. Su carrocería está hecha y pulida a mano y tiene rayas cepilladas contrastantes en el capó y en la parte trasera.

Elegancia y velocidad con un Shelby Cobra

Otra cosa que llama la atención es el motor, un V8 de 8.4 litros fabricado por Carroll Shelby Engine, con una potencia que rebasa los 600 hp.

Fuera de lo poco convencional del material de la carrocería, el trabajo en los demás componentes es bastante fiel al original, con todo y las características llantas Eagle de Goodyear con sus respectivos rines Halibrand que son un clásico del Cobra.

Una obra maestra en todos los sentidos

Shelby Cobra

El interior del automóvil, a su vez, es muy minimalista, apto para aquella época. Cuenta con asientos tipo butaca y un tablero cubierto de cuero negro.

El velocímetro, el tacómetro y el emblema central del volante del auto están decorados con la firma de Carroll Shelby, el piloto de carreras y diseñador estadounidense más conocido y padre de las versiones especiales del Ford Mustang.

Por último, un dato importante es que la unidad en cuestión no se encuentra en subasta sino en venta directa por la cantidad de $475,000 dólares donde actualmente el lote se encuentra en Nueva York a la espera de su futuro propietario.

Fuente Cultura inquieta

Nerimar Colmenares
La fotografía es una de las artes visuales que más me gustan desde años, que al igual que la pintura cuentan una historia. El arte en si mismo me fascina porque adoro observar cada trazo o cada detalle que para mí es un gozo total. La fotografía, el cine, el arte, la historia, los viajes y las aventuras son lo que más me gusta en la vida porque puedo observar la belleza del todo.
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