El gran enemigo del placer son los tabúes; alejándonos de la batalla de los sexos cada uno tiene su lucha interna con la que lidiar para poder cruzar la frontera de la plenitud. Los tabúes son producto de la cultura, el contexto y la educación, esto genera muchísimo miedo a la hora de expresarnos y evitan que en este caso los hombres exploren su sexualidad. Por ello vamos a desmontar todos esos mitos y tabúes para que disfrutes de otra parte de tu vida sin complejos.
Hablemos de tamaños
Este es por mucho el tema más álgido de la sexualidad masculina, muchos caballeros pierden horas de sueño y disfrute por estar constantemente pensando que no alcanzan el tamaño suficiente. De niños y adolescentes el juego era la comparativa entre unos y otros; de adultos se convierte en un silencio del que nadie se atreve a hablar. ¿El responsable? La falsa expectativa que nos venden las películas de adultos en las que los genitales masculinos son un XL perfecto y las vaginas son esculpidas por algún dios carismático adicto a lo estético.
El pene es lo que es, por ello la meta debe ser dejar de anclar el autoestima a unos centímetros dentro de los pantalones, la hombría va mucho más allá que un número,
La sobre exigencia un aniquilador del placer
Siendo totalmente honestos, en materia de practicar el sexo los caballeros han tenido que lidiar con altísimas expectativas de “cumplir” para lo que fueron creados, anclando su valía a la cantidad de veces que pueden tener o mantener una erección; esto no quiere decir que las mujeres no soportáramos nuestra propia dosis de exigencia a lo largo de la historia. Pero en el caso de los caballeros, el exceso de presión ha causado problemas de erección, eyaculación precoz o retardada, todas ellas son un bloqueo a la hora intimar y que se vuelven un círculo vicioso.
Sexo sucio en el matrimonio
En pleno apogeo del siglo XXI hay hombres que creen que el sexo no convencional o “sexo sucio” no puede practicarse con sus esposas, por lo que no se atreven a experimentar algunas variantes y muchos recurren a trabajadoras sexuales para no tener que lidiar con la frustración que solo la represión puede dar.
¿Le temes al punto P?
También conocido como la próstata, es esta región que muy pocos hombres exploran. La mayoría de los hombres no permiten siquiera la mención de la exploración de esta área, solo con pensar en ir al urólogo ya les causa una conmoción, ni hablar de que su pareja explore este punto que puede ser un gran aliado del placer; no se necesita ser homosexual para explorarlo y esto es algo que debemos normalizar para que tanto hombres como mujeres podamos gozar de una sexualidad más sana.