Todos somos muy conscientes del paso de la tecnología en nuestras vidas, lo vemos en nuestros móviles, en nuestros ordenadores, incluso somos conscientes de ella cuando vamos al médico. Y la moda no se escapa de este salto histórico. Entonces es cuando nos preguntamos, ¿cómo la tecnología está afectando la moda?
Cuando hablamos de tecnología ya estamos hablando de inteligencia artificial, hiperconectividad y realidades virtuales y un sinfín de cosas que ni los supersónicos pudieron predecir; como es lógico de esta realidad no puede escapar la moda. El sector se desvive por emocionar y satisfacer a sus suscriptores ofreciéndoles a ritmos vertiginosos novedades para mantener la atención permanente, y la tecnología está cumpliendo con este cometido.
Entre los grandes avances nos encontramos con:
Pasarelas virtuales
Hoy en día los espectadores pueden tener un ángulo de 360º de un desfile de manera inmersiva sin depender del encuadre o la realización de un equipo ajeno. Además, los consumidores pueden cargar una imagen de cuerpo completo para probar virtualmente los artículos expuestos en la pasarela por medio de una Realidad Aumentada, y esta utilización no solo sirve para el mercadeo obvio sino que transmite la sensación de inclusión que es tan popular estos días, incluso la Relidad Virtual y la Realidad Aumentada entienden al cliente como la prioridad introduciéndolo como uno más en el proceso.
Prendas con tecnología wearables
Que los smartwatch están tan en tendencia no es una casualidad. La moda está implementando en prendas y accesorios microprocesadores que son el ámbito más excitante y esperado para el futuro. Si vamos a la Gala de los Met seguro recordarás a Zendaya vestida de cenicienta y no una cualquiera, el traje iba cobrando luz propia mientras avanzaban los minutos y esto es exactamente lo que se espera para un futuro no muy lejano, que la ropa pueda cambiar de color según el entorno, por ejemplo en el área cosmética ya podemos encontrar tintes que cambian de brillo y tonalidad dependiendo de la luz que haya.
Espejos digitales
La necesidad de crear conceptos atractivos a potenciales clientes está llevando a que los espejos en los probadores sean plataformas digitales al servicio del consumidor, permitiendo alterar algunos grafismos, añadir animaciones y alterar la imagen. Pero tal y como pasó con los ordenadores en su momento, esta tecnología pretende ser llevada a los hogares para que podamos visitar tiendas sin salir de casa.
Seguirle el paso a la tecnología se está volviendo una carrera casi incansable y viendo todos estos avances nos preguntamos: ¿Realmente estamos preparados para este salto cuántico? ¿O por el contrario supondrá una nueva forma de complicarnos?