Parece un paso lógico que junto con la tecnología también avance nuestra sexualidad. Según algunos estudios recientes se ha descubierto que entre las fantasías más habituales se encuentra la de encuentros sexuales controlados por otras personas en momentos inesperados y todo gracias al Teledildonic.
Teledildonic: ¿te suena?
Para aquellos que aún no lo han oído nombrar, les contamos que se trata de juguetes sexuales electrónicos que pueden ser controlados mediante un ordenador, tablet o móvil desde cualquier lugar del mundo. Como finalidad tiene el proporcionar u obtener placer sexual y uno que otro orgasmo, son aparatos que se utilizan para proporcionar sexo remoto; aquellos que estén conectados por el dispositivo pueden realizar una masturbación mutua replicando la sensación de contacto con bastante precisión.
¿De qué dispositivos estamos hablando?
En artículos pasados ya mencionábamos las virtudes de las pantys vibradoras, pero como es lógico no es el único juguete a nuestra disposición. El sexo tecnológico se está abriendo camino en la cotidianeidad de las parejas rompiendo con la brecha del impedimento físico, así que cada día son más los productos lanzados por compañías especializadas.
Un ejemplo de ello es la marca Kiiro quienes ofrecen a los interesados una amplia variedad de dispositivos para ambos sexos, uno de los favoritos para las mujeres es un consolador donde se pueden encontrar varios sensores para controlar la estimulación remota, pero los chicos no se quedan sin diversión, pues para ellos, fue creado un masturbador inteligente y reactivo. Así que ambos dispositivos pueden ser conectados para dar placer a una pareja y no cada uno por su lado.
Entre otras hazañas tecnológicas, podemos acceder a chats en los que podemos crearnos un avatar y tener sexo digital con otros avatares, este tipo de sitios ofrece una experiencia muy parecida al juego Grand Theft Auto o los Sims, por lo que varias compañías están uniendo fuerzas para empezar a ofrecer una interacción sexual única que no conlleve los conocidos riesgos.
¿De dónde nace esta nueva necesidad en la búsqueda del placer? No lo sabemos, puede que luego de arduos meses en cuarentena haya cambiado la forma en la que percibiremos el sexo de aquí en adelante.