3 tips curiosos para el maridaje perfecto de vinos y comidas

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El tema de la armonía entre alimentos y vinos parece nunca agotarse y una vez que se conoce lo relativo de reglas como “carnes rojas con vino tinto y carnes blancas con vino blanco” se abren diversas posibilidades como las que aquí te ofrecemos:

  1. Comienza con el vino. ¿Quieres probar un vino en específico? No trates de forzarlo en un menú, selecciónalo, estudia sobre él y anímate a buscar buenas combinaciones por afinidad o por contraste. A veces comenzar el maridaje con el vino puede despertar nuestra creatividad para buscar nuevos sabores y hacer del menú una verdadera experiencia.
  2. Recuerda la regla de la acidez. Como norma general, el vino tiene que tener una mayor acidez que la comida. La acidez en el vino proviene de factores como la variedad de uva, el terroir de procedencia y la vinificación y es un elemento fundamental porque permite compensar la untuosidad y opulencia de los alimentos y limpia el paladar para que puedas disfrutar el siguiente bocado. Si bien los vinos blancos suelen tener mayor acidez, hay vinos tintos que también la muestran.
  3. Busca tintos con elevada acidez. ¿Qué tienen en común variedades como pinot noir, gamay, mencía y sangiovese? Todos ofrecen una elevada acidez y te permiten disfrutar de la presencia de un tinto con comidas bastante más ligeras como frutos del mar, así como preparaciones en las que predomine el tomate. Siempre es refrescante encontrar tintos que no sean estridentes y que vayan a la mesa con algo más que los asados y las cortes de carne grasos.
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