El mes de la moda terminó hace ya unos días, pero sin duda vale la pena tomarse un tiempo y digerir lo ocurrido, lo visto y lo vivido. Al final, y esto es algo que ya he argumentado anteriormente, la moda no es más que un reflejo artístico y antropológico de lo que ocurre en la actualidad. Es la expresión directa a sentimientos globales que nos ocupan y nos preocupan. Es una fuerza económica, pero también es una fuerza artística. La moda es eso y mucho más, es un factor influyente y determinante en nuestras vidas, por lo que vale la pena pensarla y analizarla. En este sentido, el último mes de la moda en Nueva York, Londres, Milano y París nos dio de qué hablar y nos puso a pensar.
Sin pausa, sin fines de semana por veintinueve días, y días de doce horas “plus” de trabajo, cuatro ciudades se turnaron el espacio para mostrar su esencia, narrarnos una historia y de alguna manera hacernos entender “qué está pasando en el mundo”, cuál es la tendencia y cómo “el mundo” se está expresando -a través de su ropa- al respecto. Resumiremos un mes de desfiles diarios.
Top 10 Shows en el mes de la moda:
New York
1. Calvin Klein: en el debut de Raf Simons, se vivió un momento “All American For Americans”. Fue una rehabilitación de la moda Americana con un toque de elegancia, sensualidad y un poco de complicación que le hará al consumidor pensar. Fiel a la tendencia de tener una voz política con una invitación que transmitía un mensaje de unidad en el país, por medio de la bandana blanca que muchos diseñadores e instituciones implementaron, lo que destacó fue lo complicado de los textiles, lo osado de la sastrería en una simplicidad ficticia, pues en la deconstrucción fue una colección bastante completa y cargada, en el buen sentido de la palabra.
2. Thom Browne: para mí uno de los mejores diseñadores de la gran manzana, pues logra una armonía de su concepto innovador que se impone. Lo que más destaco fue el uso del textil ya que, con base a gabardinas de trajes, logró una colección completa fusionando la sastrería con el “sport fancy”, que mezcla textiles y texturas, alcanzando un resultado muy chic.
3. Marc Jacobs: el rey de Nueva York se sigue consagrando como amo y señor de esta ciudad. Dándole suma importancia a la moda, en una pasarela sin música y sin fotografías, el creativo presentó una colección muy “maximalista”. Esta que es una tendencia ya de la temporada pasada, se afincó y conceptualizó esta temporada, en este caso se plantó en los años 60’s. Aunque el creativo afirmó que su inspiración fue el “hip-hop” de la ciudad, los trajes, accesorios y sombreros me recordaron mucho a Audrey Hepburn en «How to Steal a Miliion Dollar». Jacobs le dio a la mujer un poderío osado, una sensualidad coqueta y una rebeldía contagiosa en atuendos que aunque full de Pana, se vieron perfectos.
Londres
4. Roksanda Ilincic: si algo tiene Londres es que aunque la ciudad siempre se mueve al futuro, mantiene mucho de su esencia en ella y esta diseñadora no es la excepción. En una colección muy romántica, honrado la perdida de Richard Nicol, una prominente figura de la escena Londinense, el color Nicol Blue fue el protagonista. El resumen, una pasarela de “estatuas” hermosas en siluetas cargadas, pero estructuradas, dándole mucha elegancia a la mujer.
5. Erdem: un diseñador que nunca ha sido político sintió la responsabilidad de tener una voz. Inspirado en su diversidad étnica, tiene Madre Inglesa, Padre Turco y crianza Canadiense, el diseñador se inspiró en textiles del imperio Otomano. Lo que más destacó, fueron los adornos “pom pom” al ruedo de vestidos, chaquetas y camisones. Si bien el “maximalismo” se dio a notar, también se conceptualizó un aire de siluetas tipo 70’s.
Milano
6. Gucci: Alessandro de Michelle es el padre del maximalismo y fiel a su título puedo decir que su colección fue “mucho”. Sin embargo, en el mucho hubo mucha belleza, mucha innovación, mucha provocación, mucha autenticidad y mucho color… entre otros muchos. Al des-construir la colección, no solo cada tendencia, narrativa, concepto y voz de la actualidad se dieron a sentir, también nos habló del futuro y de lo que vendrá. La moda se está moviendo a otro mundo, bien sea cósmico o fantasioso, seguimos adelante y el pionero sigue siendo Alessandro en Gucci.
7. Prada: ¡Una de las mejores colecciones de Prada! Una pasarela surreal, sexy y divertida. Políticamente inspirada en los 60’s y 70’s se dio a sentir la Miuccia Prada joven e irreverente, audaz y creativa dueña y señora de esta marca. Lo más destacado fueron los accesorios, en especial zapatos opulentos y exagerados, acompañados por vestidos de estampados fuertes y muy decorativos, pero ricos en buen estilo.
París
8. Dries Van Noten: el creativo conocido por su estilo “avant garde” celebró su show número 100. Para ello invito a sus modelos favoritas y generó una pasarela multi-generacional incluyendo en ellas a Ceclia Chancellor, Kirsten Owen y Emma Balfour, entre otras más jóvenes como Gigi Hadid. Van Noten, que siempre está un paso por delante de los demás, en su vanguardismo rindió homenaje a su historia y nos mostró un poco del futuro combinando el 3D printing en el estilismo de moda.
9. Balenciaga: Demna Gvasalia estudió los archivos de Cristóbal Balenciaga y supo combinar su cinismo con el espíritu del vanguardista español. Esta fue sin duda una de mis pasarelas favoritas. Brindó una variedad de siluetas y opciones todas muy intrincadas y opulentas, pero sumamente cautivantes. Lo que más destacó fue un vestido de plumas de callo blancas con aplicados sintéticos negros, acompañados por un maxi clutch más grande que la modelo. Sin duda te quitaba el aliento y te hacía soñar, y aunque la moda es un reflejo de nuestra sociedad vale que, en este caos que vivimos, un poco de glam y soñar un ratito no viene mal.
10. Chanel: y como siempre es Karl Largerfeld quien tiene la respuesta y la próxima pregunta. Si estamos consumidos en un mundo lleno de cambios políticos, un debate perenne entre el proteccionismo y la diversidad, los derechos de la mujer y la integración migratoria, entre muchos otros problemas, la respuesta más fácil es escapar… y eso hizo Chanel, nos hizo escapar. Con un Grand Palais decorado como una estación espacial lista para lanzar su próximo cohete al espacio, Largerfeld simuló el despegue de un cohete. Cuando la estructura de más de 10 metros empezó a echar humo rosa pálido por debajo y se elevó mínimo unos 7 metros, más la euforia que se apodero del público, de alguna forma todos nos escapamos un rato de nuestros problemas. Sin embargo, lo que más destacó fue la próxima pregunta…. ¿Es el futuro ahora? ¿Toda esa noción supersónica que idealizamos cuando éramos pequeños se está volviendo realidad y estamos listo para ello? Según Largerfeld entre botas espaciales muy estiladas y llenas de brillantes y shals hechos de textiles de aluminio, pareciera que sí, estamos viviendo el futuro y entre tanto caos no nos estamos dando cuenta que la realidad que fantaseábamos ya está acá.
