Leer correos laborales fuera del trabajo afectaría la salud

El contestar correos electrónicos impide que el empleado recupere completamente sus energías luego de un día de trabajo.

Muchos de los jóvenes ejecutivos de entre 25 y 30 años aman su trabajo, pero reportan el mismo problema: sus jefes suelen escribir correos a altas horas de la noche e incluso los fines de semana.

¿Alguna vez has sentido que no puedes descansar de tu trabajo porque debes seguir respondiendo solicitudes por correo? Si tu respuesta es afirmativa, cuidado: Esta práctica causa fatiga emocional y estrés crónico, así lo señala el estudio «Exhausto, pero incapaz de desconectarme: el impacto de las expectativas organizacionales relacionadas con el correo electrónico en el balance entre la familia y el trabajo», liderado por Luiba Belkin, de la Universidad Lehigh, William Becker, del Virginia Tech, y Samantha Conroy, de la Universidad de Colorado.

El contestar correos electrónicos, según dice el estudio en el que se recolectaron datos de más de 360 personas, impide que el empleado recupere completamente sus energías luego de un día de trabajo.

“Para descansar apropiadamente es muy necesario desligarse tanto mental como físicamente de la empresa donde se ejerce un oficio”, afirman los investigadores.

Añaden además que no es el tiempo que se consume en contestar correos lo que más afecta a los trabajadores, sino que esta herramienta los mantiene expectantes y les lleva a sufrir estrés anticipatorio. En otras palabras: viven angustiados, alertas por los mensajes que podrían recibir.

Los investigadores recomiendan que no se impulse una cultura organizacional que promueva disponibilidad permanente, si es imposible eliminar la lectura de correos fuera de la oficina, los directivos de las compañías pueden implementar “días libres de correos” o definir rangos de horas rotativos para revisar los mensajes electrónicos después de la jornada.

Si sientes que eres incapaz de desconectarte de tu trabajo, es hora de que tomes las medidas pertinentes.

Recuerda que el estrés crónico puede desencadenar trastornos físicos y mentales como el aumento de peso, la aparición de acné, úlceras, insomnio, reducción del deseo sexual e enfermedades cardíacas e incluso lupus, la afección que obligó a la cantante estadounidense Selena Gómez a alejarse por un tiempo del mundo artístico.

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