El domingo 25 de septiembre la cuidad de Milán, Italia, se vistió de Dolce&Gabanna. Desde las dos de la tarde los italianos gelatos, espaguetis y pizzas desfilaban en la pasarela como estampados en la divina costura de Domenico Dolce y Stefano Gabbana.
La colección primavera-verano de D&G rinde tributo a mucho más que la flora y fauna de la región de Sicilia, a la que los diseñadores llamaron “Trópico Italiano”; está inspirada en su cultura, sus creencias, gastronomía y elegancia propia de la mujer mediterránea.
La coronas de flores, los largos zarcillos y las faldas high waisted volvieron a estar presentes en la colección de la casa italiana; conocida por sus extravagantes zapatos, que este año se unen a la onda led y proponen un increíble par de tacones con incrustaciones de pequeñas luces y sus clásicas flores brillantes.
Todo tiene vida para Dolce&Gabanna esta temporada, desde sus resplandecientes zapatos hasta sus parches con lentejuelas. La maison de lujo volvió a dejar en alto su nombre, recordando que son capaces de utilizar lo que está de moda y hacerlo una obra de arte.
