Una vida sin dieta puede ser una vida saludable

Una vida sin dieta

Una vida sin dieta puede ser una vida saludable, sólo debes establecer parámetros alimenticios que se ajusten a tus gustos y voilà.

Con el verano tan cerca nos empezamos a preocupar por esas idas a la playa a tomar sol y nuestra principal consternación es la forma en la que luciremos nuestro cuerpo. Nos ponemos a buscar dietas milagrosas para seguirlas al pie de la letra y cuáles están en tendencia como la dieta keto, el ayuno intermitente, entre otras. Sin embargo, esto en muchos casos puede ser perjudicial para nuestra salud si no consultamos a un experto. Si acudimos a un nutriólogo nos evaluará el estado de nutrición en el que estamos y nos determina un plan de alimentación que se ajuste a nuestras condiciones. También podemos consultar un endocrino en caso de que tengamos un desequilibrio hormonal y nos ayudará a regular la forma en que funciona el metabolismo.

Por supuesto que la atención médica es imprescindible pero también lo es el estar pendientes de nuestra salud. Para vivir una vida sin dieta no nos referimos a comer absolutamente todo en una sola semana, es llevar un estilo de vida saludable sin estar al pendiente de las calorías que consumimos. Esto es posible con una serie de claves que todos podemos llevar a cabo y que están a nuestro alcance.

Una vida sin dieta, ¿Cómo conseguirlo?

La clave principal para lograr una vida sin dieta y no tener elevado el colesterol ni tener la tiroides alterada es comer de todo. Parece descabellado pero siempre y cuando seamos conscientes de lo que comemos y consumamos cantidades suficientes de alimentos de todo tipo, podemos comer todo. Si estamos buscando resultados puntuales en tiempo específico sí debemos hacer un régimen que se ajuste a nuestros objetivos.

Para conseguir una vida sin dieta pero en donde nos mantengamos saludables podemos hacer lo siguiente:

  • Lo primordial es que en el desayuno comamos alimentos sustanciosos que nos aporten energía. Para ello podemos combinar frutas al terminar los carbohidratos, de esta forma estaremos comiendo balanceadamente. Por otro lado, podemos consumir harinas sustitutas de las harinas refinadas como lo son harinas de almendras, de avena, de coco y buscar recetas con ellas que serán deliciosas y sanas.
  • El plato de comida debe siempre estar compuesto por proteína, carbohidratos y vegetales. En caso de que le agreguemos frituras, debemos procurar que estas no sean las que ocupen mayor espacio en el plato sino que deben ser los vegetales. Un sustituto saludable y delicioso para comer variado es colocar vegetales aderezados en el air fryer, esto aplica para ciertas frutas, vegetales y carbohidratos, pruébalo y verás.
  • En la cena es sumamente importante respetar el horario puesto que al ser la última comida antes de dormir, ésta debe ser ligera porque de lo contrario altera el metabolismo y tendremos mal sueño.

Trucos imprescindibles para tu rutina

El truco más importante es que siempre debemos mantenernos hidratados. Al mantener un termo de agua todo el día con nosotros, beberemos más. Podemos optar por botellas que tengan escritas frases motivadoras o con la hora escrita para que bebas más en menor tiempo.

Otro truco es que si no tienes tiempo de hacer ejercicio o simplemente no te gustan los entrenamientos de alto impacto, puedes buscar opciones que se adecúen a tu rutina. Los ejercicios wellness como zumba, box, yoga, pilates, step, son opciones que te mantienen siempre activa y en forma.

Al momento de hacer la compra de la semana o del mes, prepara una lista previa con opciones saludables. De esta forma en el supermercado irás a los pasillos puntuales y así evitarás pasar en frente de las tentaciones. Debemos prestar atención a las etiquetas porque nos podemos topar con falsos productos saludables, debemos aprender a interpretar el revés de cualquier producto leyendo sus ingredientes y cantidad de azúcar y calorías que posee. Esto beneficiará notablemente nuestra alimentación.

Por último, debemos hacerle caso a estos simples trucos que parecen irrelevantes pero a la larga serán fundamentales en tu rutina. Lo primero es la forma de comer, debe ser siempre sentado correctamente a la mesa, tratar de no hablar mientras comemos y masticar más cada bocado. Por otro lado, cuando comamos no coloquemos todo lo que cocinamos en la mesa y nos sirvamos, contrario a ello debemos servir las medidas reducidas en el plato y evitar repetir. Este ejercicio provocará mayor saciedad y un aceleramiento del metabolismo.

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