El 25 de julio comenzó el programa “Mi vida en mis manos”, diseñado para rescatar y promover valores en niños y adolescentes de entre 10 y 14 años pertenecientes a comunidades vulnerables y de escasos recursos en la ciudad capital.
La coordinación estuvo a cargo del Impact Hub Caracas, comunidad de emprendedores dedicada a promover ideas, iniciativas y empresas con impacto social con la participación de COE Consultores, la Asociación Civil Niño Don Simón y su líder popular Laura Sánchez del barrio José Félix Ribas de Petare, para quienes se realizó la experiencia.
Este evento no tuvo costo alguno para los participantes y se pudo llevar a cabo, gracias al apoyo de la Embajada de los Estados Unidos de América.
500 niños tuvieron la oportunidad de asistir a dos obras carácter social del Teatro Nueva Era: «Pechos de Niña», que aborda el desconocimiento de la sexualidad y el embarazo precoz y «De Melocotón a Rojo Alucinante», que trata el tema de la familia, su entorno y las adicciones. Cada una contó con un teatro foro facilitado por psicólogos expertos para intercambiar comentarios y reflexionar junto a los niños.
De allí se seleccionó un grupo de 100 muchachos que se formaron de manera intensiva, 50 cada semana, para ser promotores y replicadores de valores en su comunidad.
TendencyBook tuvo el placer de entrevistar a Janelia Rodríguez, psicóloga especialista en desarrollo organizacional quien formó parte de este programa.
TB (TendencyBook): ¿De dónde surge la idea de ‘’Mi Vida en Mis Manos’’?
JR (Janelia Rodríguez): Todo comenzó con Laura Sánchez, líder popular de varios liceos de Petare, quien no se daba abasto con problemática infantil como el embarazo precoz, consumo de drogas y mucha violencia. El año pasado contactó a Claudia Valladares (directora del Impact Hub Caracas) y a mí, para que ayudáramos a la mayor cantidad de niños que pudiéramos.
Este programa comenzó exactamente en agosto del año pasado y con una inversión en dólares y varias donaciones, pudimos materializarlo.
TB: ¿Cómo ha sido la reacción de los niños?
JR: El paraíso, además que la estructura de nuestro programa se basa en el autoestima, recursos personales, saber con qué recursos el niño cuenta, más 5 valores transversales como la paciencia, la disciplina, la confianza, el coraje y la compasión. Esto, basado en la película de Kung Fu Panda y a su vez, en las artes marciales para reforzar las virtudes y el ser.
Desde el inicio trabajamos con un acuerdo aval: juega limpio, juega con todo, juega seguro y juega si quieres.
TB: ¿Cómo ha sido el apoyo de la embajada?
JR: Increíble, ojalá todo el mundo pueda ver lo que hace la Embajada Americana en nuestro país, sobre todo apoya mucho en su programa de cultura y deporte. Todos los fondos para que este programa se dictara tanto mañana y tarde, todas las comidas y el equipo de soporte, apoyo que no tuvimos el año pasado.
TB: ¿Tienen algún programa que monitoree cómo se comportan estos niños después de la actividad?
JR: Sí por supuesto. Este año lo tenemos estructurado a través de un programa psicológico que yo liderizo, que realza el valor de la familia y la vida a pesar de que algunos de estos infantes no hayan conocido a su mamá o papá. Además, contamos con guías de campamentos con mucha sensibilidad social y les enseñamos a los niños cómo ser buenos ciudadanos para que puedan crear espacios de interacción social. Un valor agregado, es que también los educamos con música como el blues y el jazz para curarlos de lo básico y lo primitivo, como el reggeaton que sólo incita a las relaciones prematrimoniales.
Este año se creó un taller para los guías comunitarios para que se conviertan en embajadores de este programa y sigan promoviendo lo aprendido dentro de las comunidades donde hacen vida estos niños. Adicionalmente, tenemos un taller también para padres en cada cohorte.
TB: ¿Cómo se sienten estos niños la primera vez que llegan a este programa?
JR: Como si los hubiese montado en un avión, y llevado a otro país, otro planeta. No se lo pueden creer. Desde el cariño, la atención, el amor hasta el tema material y de infraestructura.
TB: Sabiendo que trabajan con niños de 10 a 14 años, ¿Han intentado experimentar con otras edades?
JR: Lo de la edad responde a dos variables, la asociación civil que atiende Laura Sánchez sólo engloba a niños que están en 4to, 5to y 6to grado y no todos en las escuelas tienen iniciación de bachillerato. Por otra parte, psicológicamente hablando, según varios estudios la prevención es ideal hacerla desde temprano, porque sino luego se convierte en intervención, no es lo mismo evitar que una persona se mantenga distante de empezar relaciones prematrimoniales a que ya las haya iniciado.
TB: Más adelante, ¿tienen pensado en realizar un programa de intervención?
JR: No está pensado, porque requeriría de una mayor logística y aparataje, además de la ayuda de muchísimos especialistas. En pocas palabras, es más complicado.
TB: ¿Cuál es la herramienta que han utilizado para que estos niños vuelvan a ver luz dentro de ellos?
JR: Siempre utilizamos el juego como herramienta, porque en el juego aunque el niño venga con hambre, deprimido o con una realidad crítica, el juego siempre hace que saquen lo mejor de sí mismos. Muchos de nuestros ejercicios trabajan la confianza, la comunicación y la cohesión.
TB: ¿El próximo año quisieran visitar otras zonas?
JR: A mí me parece que este es un programa que está blindado y con un equipo responsable y más en los tiempos de crisis que atraviesa el país. Nosotros felices de que esto se pueda multiplicar y poder contar con el apoyo de patrocinantes, es un tema de recursos.
TB: ¿Cómo es la Venezuela que ‘’Mi vida en mis manos sueña’’?
JR: Soñamos con una Venezuela donde los jóvenes estén cada vez más despiertos y vivan una vida con propósito, con transcendencia, conectados con lo que pueden lograr con su trabajo y esfuerzo y no pasivos esperando por los demás, que persigan sus sueños.
Te invitamos a ver nuestra galería de imágenes de nuestra experiencia en »Mi vida en mis manos»
