¿Cómo se hace el whisky irlandés?

whisky irlandés

Si te gusta toda la temática de bebidas y mixología, seguro te has preguntado cuál es la elaboración de algunos de tus destilados favoritos. Aquí te contamos acerca de la elaboración del whisky, que se ha popularizado cada vez más trayendo consigo un sinfín de variedades de acuerdo con su origen.

Seguro que lo que más has escuchado es el whisky escocés pero, ¿te ha dado curiosidad saber acerca de cómo se hace el whisky irlandés? Te contamos acerca de su proceso de elaboración.

Para empezar, tienes que saber que el origen del whisky empieza en Irlanda, específicamente en Irlanda del Norte, ya que en el año 1608, el Rey James otorgó la licencia a The Old Bushmills Distillery para poder destilar esta “agua de vida”, que se llama así porque proviene del gaélico escocés: uisge-beatha que significa “aqua vitae”. Ya con estos datos podemos tener noción de porqué a Bushmills se le llama el primer whisky del mundo.

Ahora, desglosando las etapas de la elaboración del whisky irlandés tenemos:

Selección de granos

La selección de granos es muy importante ya que es la base de un whisky, por ejemplo, si es de trigo, centeno, cebada o maíz. Uno de los whiskys más populares en esta categoría, Bushmills, está elaborado de 100% cebada y cuentan con una variedad que es de 80% cebada y 20% combinación de otros granos.

Malteado

Lo que sigue es un proceso de malteado, en el cual se dejan germinar los granos para que se liberen las moléculas de azúcar necesarias para la fermentación. El proceso de secado se puede llevar a cabo con aire caliente para no afectar las propiedades organolépticas del grano. Con ello ya se puede moler el grano.

Fermentación

El siguiente paso es fermentar, ya que a la harina que se obtiene se le agrega agua y levadura. Lo que permite la levadura es que el azúcar se transforme en alcohol y gas, por lo que este proceso puede tardar unos días y lo que se obtiene se le llama mosto.

Destilación

El líquido que se extrae de la fermentación puede pasar por un alambique de cobre para obtener la graduación alcohólica, ya que en el fermentado se puede obtener más agua que alcohol, por ello los whiskies pueden llegar a tener hasta un triple destilado para obtener un destilado con carácter y un aroma inigualable.

Añejamiento

Llegamos a la etapa final que es el añejamiento. Se dice que el 70% del sabor de un whiskey irlandés proviene del añejamiento y que es un proceso verdaderamente importante, ya que aquí se decide qué barrica usar, cuánto tiempo se debe reposar el whisky, la temperatura y la humedad en la que se encuentran las barricas. Es el toque final que puede volver un whisky tan especial.

¿Te imaginas que para disfrutar de un whisky este tenga que pasar hasta 21 años en una barrica? Por eso se vuelve tan especial el añejamiento, ya que indica el momento óptimo en el que un whisky puede ser embotellado.

Así es todo el proceso que tiene que ocurrir para que puedas disfrutar de un verdadero whiskey irlandés. Ahora si, ¡Slainté! que significa ¡Salud!

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