No logró cumplir su sueño de ser periodista o escritora, pero su padre logró alzar su voz luego de su muerte, publicando su diario, un libro donde anotó todo lo que pudo mientras vivió escondida durante la guerra. Hoy en día el lugar donde permaneció «La Casa de atrás«, es un museo, llamado así por ella misma, se logró convertir en esto gracias a que la sociedad de Amsterdam y Otto Frank, padre de Ana y único sobreviviente de su familia, lucharon para preservar el sitio.
La colección de la Casa de Ana Frank abarca, entre documentos y objetos, unas 15.000 piezas. Todas ellas cuentan la historia de Ana Frank, la de su diario y la de la Casa de Atrás. La historia de Ana es fuente de inspiración para artistas; de ahí que se hayan escrito y producido obras teatrales y películas y se hayan creado pinturas y esculturas basándose en ella. Algunas piezas especiales provenientes de esta colección también podrán verse durante la exposición.
El desarrollo de esta historia es ejemplo de la coexistencia que los Frank complementaron, el museo abrió sus puertas el 3 de mayo de 1960 con la ayuda de suscripción pública, tres años después de que una fundación fuera establecida para proteger a la casa de una empresa que buscaba demoler la zona. Como un bonus está ubicada en la ciudad de Amsterdam, uno de los mejores destinos turísticos del mundo.