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Bullying: Señales y consecuencias

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Hay una fina línea entre las bromas y el acoso y por eso es importante estar atentos a las señales y consecuencias que esto puede acarrear al niño o adolescente. El acoso escolar o bullying se está convirtiendo en un problema que crece a pasos acelerados y que muchas veces alcanza los noticieros de todos los países del mundo con trágicos desenlaces.

Una de las cosas más importantes que tenemos que tener en mente cuando somos figuras de autoridad para niños y adolescentes es que necesitamos criar niños empáticos y tolerantes con su entorno. No importa si un compañero le cae mal, o tal vez tiene problemas de sobrepeso o su sexualidad es distinta, ese compañero tiene una historia personal que merece y necesita ser respetada aunque eso no le guste o no lo entienda.

Estas son las señales de que tu hijo está sufriendo acoso escolar:

Las consecuencias del bullying son muy graves, tanto físicas y psicológicas, dejando secuelas en la vida adulta. Esta situación afecta a todo el salón de diferentes formas; por ejemplo, el maltratador puede estar en una etapa inicial de una vida donde todas sus relaciones personales se verán marcadas por el autoritarismo y el maltrato y en muchas ocasiones puede ser el inicio de una vida delictiva. Para los espectadores silenciosos puede generarles pensamientos de que ningún esfuerzo vale la pena en la construcción de relaciones sanas.

Consecuencias del bullying

  1. Estrés a corto y largo plazo: Un estudio llevado a cabo por investigadores del King’s College London en el 2014 encontró que los efectos negativos sociales, físicos y psicológicos seguían siendo evidentes 40 años después. También consiguieron que a los 50 años los participantes que habían sido acosados tenían más probabilidades de tener peor salud mental y física y peor funcionamiento cognitivo que los que no habían sido acosados.
  2. Ansiedad, depresión entre otros: A corto plazo pueden presentar ansiedad, depresión y evitación a situaciones donde pudieran considerar ser maltratados, llegando a tener pensamientos suicidas. Por otro lado, las consecuencias a largo plazo pueden ser que en su etapa adulta le cueste confiar en las personas, evite las situaciones sociales, desarrolle fobia social, deseos de venganza, sentimientos de odio y menores oportunidades laborales.
  3. Menos capacidad económica: Aunque pueda resultar un tanto extraño, su explicación se encuentra en que muchos niños tienen menos años de formación y más probabilidades de estar desempleados, además que una baja autoestima también juega un papel importante.
  4. Aislamiento Social: Según los estudios, las victimas de acoso tienen menos probabilidades de estar casados, tener hijos o una vida social en general ya que desarrollan más pensamientos pesimistas sobre el futuro, siendo menos cooperativos.
  5. Síntomas psicosomáticos: Investigaciones realizadas en Finlandia y Estados Unidos han mostrado la relación entre los niños abusados y el incremento de dolores de cabeza, abdominales, trastornos del sueño y a orinarse en la cama.
  6. Consecuencias en espectadores: Tienen más probabilidades de desarrollar problemas mentales; depresión o ansiedad.

En conclusión, podemos decir que depende del adulto que los niños desarrollen relaciones saludables con su entorno y podemos ayudarlos desde el ejemplo respetando los límites ajenos y haciendo valer los propios. También es importante prestar ayuda psicológica a los niños independientemente si son las victimas o los maltratadores para que un experto les proporcione herramientas que les ayuden a superar estos problemas para que tengan el menor impacto en su vida adulta.