Lamentablemente, todos en algún momento de nuestra vida hemos pasado por situaciones de alto impacto en nuestras vidas, estas van dejándonos algunas secuelas desagradables que afectan nuestro desenvolvimiento diario. Dependiendo del evento traumático vivido se van a requerir diferentes métodos para abordarlo y sacarlo y todos ellos convergen en un punto: la psicología.
Las situaciones traumáticas que impactan en nuestras emociones pueden ir desde el maltrato físico, un accidente peligroso, abusos, la muerte sorpresiva de una persona cercana hasta enfermedades que dejan graves secuelas. Se estima que el 64% de las personas que presentan episodios traumáticos no desarrollen algún trastorno psicológico, las probabilidades que aumenta las probabilidades de sufrir un trauma son:
- Existencia de problemas psicológicos anteriores previos a la situación traumática, es decir la persona puede haber presentado estrés crónico, ansiedad o depresión.
- Evitación experiencial, esto implica un esfuerzo por evitar los recuerdos, sentimientos o pensamientos que se relacionen al episodio.
¿Cuáles son las consecuencias de los traumas emocionales?
Muchos de los problemas psicológicos se encuentran basados en los traumas emocionales. Cuando estos traumas no logran superarse, empiezan a aparecer diferentes trastornos que afectan el desempeño y la calidad de vida:
- Ansiedad: este es un trastorno que se vincula al miedo, así que es usualmente que luego de vivir un episodio traumático se desarrolle una actitud hipervigilante y aprendizaje que dé paso a los síntomas asociados a la ansiedad.
- Depresión: cuando la experiencia traumática es muy grande y compleja se tiende a desarrollar depresión, este sentimiento de profunda indefensión da paso a la desesperanza, un cuadro depresivo avanzado puede derivar en ideas suicidas.
- Trastorno de estrés postraumático: implica que el trauma se reviva una y otra vez en forma de recuerdos angustiosos, recurrentes e involuntarios que provocan un gran malestar. En algunos casos, puede llegar a perderse el contacto con la realidad y experimentar el episodio como si se viviera en el presente.
- Aislamiento social: debido al miedo a que vuelva a ocurrir un evento similar, es probable que poco a poco limites tus actividades sociales y te aísles.
- Trastornos disociativos: la disociación es un síntoma claro de haber sufrido un trauma emocional, debido a que es una respuesta automática de nuestro cerebro para desconectarse del dolor.
¿Cuáles son las herramientas que pueden ayudarnos en estas situaciones?
El trauma está asociado a las emociones, por lo que la razón y el lenguaje no son el método eficaz para tratarlos; por ello se recomienda recurrir a técnicas que trabajen directamente sobre el inconsciente y la parte emocional del cerebro, donde se está produciendo el shock traumático.
Hoy en día tenemos la posibilidad de asistir a consultas psicológicas online, esto nos permite empezar a tratar el problema desde una zona de confort que nos ayude a sentir seguridad. En línea hay una serie de expertos disponibles como psicólogos arrollomolinos que ofrecen alternativas, como terapias individuales, de parejas o grupales, lo importante es que tengamos la disposición de sentirnos mejor y saber que sanar requiere de tiempo y paciencia.