En los últimos años, el vino tinto ha tenido muy buena prensa. Cuando pensamos en una forma saludable de alcohol, una copita de este líquido rojo parece ser la mejor opción. ¿A qué se debe esto? ¿Se merece tanta atención?, pues hay algunos de estos beneficios que han sido comprobados científicamente; acá te traemos algunos.
Sin embargo, una cosa realmente importante: para obtener este aumento de bienestar, debes dejar de beber después de una copa de cinco onzas. De lo contrario, te perderás los beneficios
Protege de infecciones bucales
En un estudio de 2014 publicado en el Journal of Agricultural and Food Chemistry, los investigadores encontraron que el vino tinto (incluso el que no contiene alcohol) mata a las bacterias causantes de caries aún más que los enjuagues bucales con alcohol.
Mantiene tus alergias bajo control
Suena raro, pero parece ser legítimo. En una revisión reciente de casi 80 estudios publicados en la revista Diseases, los investigadores sugieren que los flavonoides, un antioxidante que se encuentra en el vino tinto, podría reducir los síntomas de alergia y asma. Se necesita más investigación para confirmar estos hallazgos, pero bueno, suena prometedor.
Protege la memoria
La acción antioxidante del resveratrol tiene un efecto muy importante sobre la salud cerebral y la memoria. Su ingesta a través de uvas y vino tinto aumenta las conexiones cerebrales en el área involucrada con la memoria, mejorando su actividad.
reduce tu riesgo de padecer depresión
Puede ayudar a mantener su nivel de azúcar en la sangre bajo control, si tiene diabetes tipo 2
En un estudio de 2015 publicado en la revista Annals of Internal Medicine, los científicos asignaron a 224 pacientes con diabetes tipo 2 a uno de tres grupos. El primer grupo (y el más afortunado) recibió instrucciones de beber 5 onzas de vino tinto con la cena todas las noches durante dos años. El segundo (y el segundo más afortunado) tuvo que beber cinco onzas de vino blanco. El último grupo bebió agua mineral. El final del estudio, los investigadores encontraron que los que bebían vino tenían un mejor control del nivel de azúcar en la sangre que los que consumían agua. Además, el grupo de vino tinto mejoró sus niveles de colesterol.
El vino tinto contiene antioxidantes, ya no es novedad lo sabemos, pero particularmente contiene polifenoles proporcionados por las uvas. Pero un experto dietista dice que se ha demostrado que los polifenoles mejoran la función cardíaca y la presión arterial, lo que reduce el riesgo de enfermedad cardiovascular.
¿Qué otra información puedes necesitar? ¡Merlot para todos!