Canciones del verano han habido muchas, por lo general se caracterizan por ser melodías (o no) pegadizas que nos acompañan en los momentos más divertidos de la estación. Porque no importa cuáles sean nuestros gustos musicales, estas canciones han sido el fondo musical de la previa de las tardes con los amigos, cuando nos arreglamos para salir o lo que suena en la radio en medio del road trip que llevábamos planeando desde hace meses.
¿Qué elementos definen una canción de verano?
No existe una regla o un ingrediente mágico para crear la canción del verano; sin embargo, sí se pueden identificar algunos elementos repetitivos entre canción y canción que pueden ayudarnos a tener una idea sobre lo que se necesita. Alguno de estos componentes son estribillos pegadizos de fácil aprendizaje, un ritmo altamente bailable, estilo y una temática apropiada para que sirva de banda sonora a la diversión.
Lo que sin lugar a dudas hace que una canción sea la canción del verano es su ritmo, esta época del año es asociada a la felicidad, al descanso y a planes divertidos que te dejan una sonrisa horas y horas en la cara incluso después de llegar a casa. Por eso estas canciones hacen que las caderas bailen solas, suelen tener un contenido insustancial para los más puristas pero es allí donde radica su belleza, pues no pretenden ser una obra maestra sino algo sencillo de recordar y que te vuelva a robar sonrisas años después al volverla escuchar por casualidad.