Cuando una persona no da su consentimiento, es manipulada o se ve obligada a algo de índole sexual, eso es sin margen de error una agresión, abuso o violación. Nadie tiene derecho a hacernos daño nunca y no somos culpables de las conductas agresivas de los demás.
Muchas personas, aunque no lo creas viven a diario con las consecuencias de haber sido agredidos sexualmente. Tanto mujeres como hombres pueden llegar a ser víctimas de conductas desdeñables, casi nunca rompen el silencio por miedo a que no les crean, por miedo a represalias o porque se sienten responsables de haber provocado la situación.
Sea cual sea el caso, lo que siempre, siempre debemos saber es que la víctima nunca tiene responsabilidad por la manera en la que se conduce una persona. No significa no y nadie tiene derecho a violentar eso. Lo primero que necesita la persona agredida es acudir a un terapeuta o especialista que le ayude a tener herramientas para lidiar con la situación, pero si conoces a alguien en una situación similar y quieres apoyarlo, esto es lo que debes saber.
¿Qué significa abuso, violación o agresión sexual?
Se entiende como abuso o agresión sexual a cualquier contacto sexual no deseado. Sucede cuando alguien ejerce presión emocional o física para que se haga algo de tipo sexual sin que la otra parte quiera hacerlo. La violación es cuando alguien te fuerza o presiona para tener relaciones sexuales.
Los crímenes de violación, agresión sexual y abuso sexual son términos diferentes que engloban un mismo problema. La violación, por ejemplo, se refiere a la penetración vaginal, anal u oral forzada con una parte del cuerpo o con un objeto.
Situaciones que se consideran abuso o agresión sexual:
- Alguien que toca nuestros genitales, pechos o traseros sin nuestro permiso.
- Alguien que nos muestre sus genitales o nos fuerce a que los toquemos sin nuestro consentimiento.
- Alguien que se frota sus genitales contra nosotros sin nuestro consentimiento (esto suele suceder mucho en lugares concurridos como el metro o el autobús).
- Alguien que te da palmadas en el trasero sin consentimiento.
No importa si las situaciones expuestas anteriormente son perpetradas por un familiar, un amigo, un desconocido, compañero de trabajo o alguien con quien estás saliendo, siguen siendo situaciones en las que no hay un permiso tácito, son situaciones que están vulnerando nuestra integridad.
En el caso de niños y adolescentes deben siempre acudir a un adulto en el que confíe y avisar de que estuvo en peligro; con frecuencia, los abusadores harán sentir a la víctima como que ellos son los responsables de que se propiciara la situación, también harán ver que si denunciamos podemos vernos en problemas o que nuestras vidas o la de nuestros seres queridos corren peligro. Por ello es importante tener en mente que su manera de actuar NO es correcta y sin importar qué digan, nada de esto es tu culpa sino de ellos.
¿Qué hacer si somos víctimas de abuso?
- Ve a un lugar seguro en cuanto se presente la oportunidad. La seguridad es lo primero, dependiendo del lugar donde te encuentres busca ir a un sitio concurrido donde alguien pueda prestarte ayuda.
- Una vez que estés en un lugar seguro no cambies nada de tu cuerpo, sabemos que el primer impulso es ducharse y tratar de borrar lo que pasó, pero el cuerpo guarda mucha evidencia útil que la policía necesitará para poner al agresor a la orden de la justicia. Otra cosa que debes tener en cuenta es no orinar, comer, beber alcohol, fumar o ingerir alguna droga ilícita o prescrita, si te quitas la ropa que llevabas al momento de la agresión, llévala en una bolsa de papel.
- Dile a tus padres, tutor legal o un amigo de confianza. Ellos podrán acompañarte y guiarte en el proceso de acudir al médico o la policía.
- Acude al médico o una enfermera, luego de ser víctima de una agresión sexual se necesita de una atención especial que el personal sanitario te va a garantizar.
- Consigue la ayuda de un experto, ellos pueden darte opciones y conectarte con otros recursos además de darte herramientas para que afrontes la situación lo mejor posible.
- Decide si acudirás a la policía, la agresión sexual es un crimen que debe ser denunciado y estás en todo tu derecho a reportarlo.
¿Cómo puedes prestar tu apoyo a una víctima de abuso sexual?
- Escucha su historia y créele aunque también conozcas al agresor y no te haya dado la impresión de serlo.
- Dile que no es su culpa que no hay nada que justifique la agresión.
- Alentarlo a hablar del tema con un especialistas o hasta que deje salir todo el dolor.
- Acompáñalo a obtener ayuda.
- Ayúdalo/a a crear un plan de seguridad.
Evita decirle
- Decirle que pudo evitar la situación.
- Que no crees que el agresor haya abusado de él o ella.
- Presionar para que hable con la policía.
- Amenazar con hacerle daño al agresor.
El abuso sexual es una situación difícil para las víctimas y sus allegados, por eso si estás en una situación similar procura ser asertivo con tus acciones y busquen ayuda profesional para poder lidiar de la mejor manera posible con la situación. Recuerda que tú no eres culpable de nada.