Últimamente se ha puesto muy de moda un ingrediente para la comida y las bebidas que proviene de la planta conocida como cannabis sativa, o simplemente marihuana. Se trata del CBD, un aceite que contiene propiedades terapéuticas y que no produce ningún tipo de efectos psicoactivos, a diferencia del THC, el cannabinoide más conocido para ese tipo de experiencias.
El restaurante Plant en Miami, es un ejemplo de cómo se está usando este ingrediente en la gastronomía de Estados Unidos. El local vende, entre su menú, una bebida o un postre que contiene el CBD en su receta.
La clave está en que el CBD, al ser un cannabinoide, posee la capacidad de conectar de forma directa con dos neurotransmisores que juegan un papel importante en la comunicación al cerebro de la inflamación y el dolor. Por esto, también se está usando el aceite para curar problemas cutáneos, como la dermatitis, el eczema, la psoriasis y la rosácea.
También se está usando para controlar problemas como el acné, ya que su cantidad de antioxidantes, más efectivos que la vitamina C, le hacen prevenir el daño oxidativo de la piel.
Para usarlo en la comida, es necesario agregarlo mediante un proceso de vapor, después de lo cual el aceite se enfría. Esto significa que no debe ser usado para freír carne u otros métodos de cocción donde el aceite entra en contacto con altas temperaturas.
El aceite CBD puede usarse en la cocina y no debe calentarse a más de 70-80 grados. Al estar en estas temperaturas, se evita la cantidad de cannabis en el aceite que termina siendo evaporado y así perdiendo sus propiedades.
El sabor de este aceite puede ser ligeramente amargo. Algunos alimentos en los que se puede usar son grasa de cerdo, mantequilla, manteca vegetal o ghee. Si no se desea utilizar alto contenido en grasa, puede disolverse el CBD en vodka, ron o coñac.