Alrededor de los productos de Apple siempre hay discusiones, puesto que se dice que tienen un precio muy elevado. Esto lo podemos ver en el iPhone, un smartphone que no es para todos los bolsillos. Sin embargo, lo cierto es que en realidad no es caro, ya que los smartphones con Android que compiten en calidad con el iPhone tienen costes de adquisición similares.
Un sistema operativo muy bien optimizado
Hay algo en lo que los smartphones con Android jamás podrán competir con los iPhone. Hablamos de la optimización del sistema operativo, que en la compañía de la manzana se denomina iOS.
Android debe funcionar en cientos de smartphones diferentes, con decenas de procesadores, construcciones distintas, etc. Por lo tanto, hacer que un sistema operativo funcione bien en todos los teléfonos es muy complicado.
Apple no tiene este problema en sus iPhone, pues su sistema solo debe funcionar en sus teléfonos, sobre los que posee el control total. ¿De qué forma nos beneficia eso como consumidores? Cuando compramos cualquier modelo de iPhone sabemos que el sistema va a funcionar igual el primer día que a los cuatro años y sin el temido “lag” que se da en Android.
Un ecosistema pensado para que todo sea sencillo
Como mejor se aprovechan las bondades del iPhone es estando dentro del ecosistema de Apple, es decir, usando alguno de sus ordenadores o sus tablets.
Los de Cupertino han conseguido que usar sus dispositivos sea muy fácil, integrándose todo entre ellos sin necesidad de aplicaciones externas como ocurre con Android. De hecho, se dice que su sistema operativo es el más sencillo de todos los que existen, y lo diseñan con la intención de que todo funcione sin problemas, sin cuelgues, reseteos o formateos.
Cámaras de mucha calidad
Las cámaras de los teléfonos son muy importantes. Ahora todos registramos nuestra vida a través de ellas y por eso queremos que hagan buenas fotos, a la vez que graben vídeos en la máxima calidad posible. Por eso, los entusiastas de la fotografía encontrarán en el iPhone a uno de sus mejores aliados, por la calidad de las ópticas y por el software que acompaña a las lentes.
Tanto es así, que en muchas situaciones el iPhone puede ser una alternativa a una cámara de fotos profesional.
Actualizaciones constantes
Un smartphone actual no sirve para nada si no recibe actualizaciones a menudo, tanto de su sistema operativo completo como de seguridad. Esto es un problema en Android, ya que dependiendo de cuándo se haya fabricado, no es raro comprar un teléfono cuya versión de sistema ya no se actualice más, lo que con el paso de los años es un problema.
Con iOS y sus iPhone esto no ocurre, puesto que las actualizaciones no paran durante toda la vida útil del dispositivo. Con ellas la longevidad del teléfono es más prolongada, es más seguro y rinde mejor.
Si hacemos los cálculos, al final un iPhone no es caro, pues dura muchos años sin necesidad de cambiarlo. De hecho, sus usuarios se pasan a los modelos nuevos no porque les haga falta, sino por estar siempre a la última.