Las cejas son el marco de nuestra mirada por lo que siempre estamos al día con todos los procedimientos cosméticos para mantenerlas perfectas. El microblanding y la micropigmentación son de las que más se están hablando y aunque en apariencia parecen lo mismo, lo cierto es que se tratan de diferentes técnicas.
La micropigmentación es la predecesora del microblanding y surgió en la década de los 90, se le conocía como maquillaje permanente o como una microcirugía en la cual se implantan pigmentos de color en la piel para dar forma a las cejas, volumen o tapar algunas imperfecciones. También ha sido muy utilizada durante mucho tiempo en la zona de los labios.
El microblandig por su lado, tiene su origen el tebori, un tatuaje tradicional japonés, en el que dibujan la ceja pelo por pelo a mano alzada, después de un estudio del rostro de la persona para que se adapte a cada rostro.
Una de las cosas que diferencian a uno de otro, es que la micropigmentación es considerada un maquillaje permanente ya que a la hora de introducir los pigmentos en la piel estos van depositados entre la dermis y la epidermis, mientras que el microblandig es semi-permanente y solo se trabaja en la epidermis.
En cuanto a los instrumentos que se utilizan podemos decir que la micropigmentación utiliza una aguja para diseñar y pintar los vellos; mientras que el microblandig utiliza una pluma metálica donde se va perfilando pelo a pelo creando así la forma de las cejas.
Una de las preguntas más frecuentes es ¿cuál dura más? Ya que puede ser una característica definitoria para hacernos uno u otro y la respuesta es la micropigmentación ya que puede durar entre uno a cinco años dependiendo de la piel de la persona y la profundidad de la pigmentación; mientras que el microblandig va desde un año a año y medio.
Cada vez es más la gente que se une al microblandig por la precisión del pelo a pelo aunque la duración sea mucho menor.