El Principe Harry y Meghan Markel: una nueva historia en la monarquía moderna

El sector de la moda británica ha estado consumida por la anticipación y la incertidumbre de la salida de “Bretaña” de la Unión Europea, por lo que una boda real entre el Príncipe tremendo y una actriz americana bi-racial, divorciada y mayor que él, se torna en un motivo de atención y por ende en un impulso económico en la industria.

Antes de entrar en polémica vale destacar que los Windsors finalmente se integran al siglo 21. Si ya estuvo fuera de los lineamientos de la realeza el hecho que el Príncipe Guillermo, eligiera como esposa a una plebeya (Caterina Middleton), esta inminente boda es sin duda, un salto a la modernidad.

En la actualidad, cuando seguramente las guía reales se han vuelto antiguas y obsoletas, lo que sí importa y llama la atención es lo que estas mujeres “reales” están vistiendo. La era de Wallis Simpson es ya historia pasada y toca celebrar la diversidad, la modernidad en lo que será la próxima princesa americana en Europa desde Grace Kelly.

La pregunta es ¿cuál será su estilo?

Al final, son estas princesas modernas quienes marcan la pauta en compras masivas. Atuendo que Caterina Middleton usa, atuendo que se vende masivamente. Lo mismo está ocurriendo con sus hijos. En el caso de Meghan Markel, el abrigo tipo trench blanco de la marca canadiense “Label” se vendió tan masivamente online que la página web se cayó a la hora del anuncio real.

Ya la señorita Mariel vistió jeans rotos en la rodilla al acompañar a su prometido a eventos reales, por lo que predecimos que su estilo será un poco más sencillo, rebelde y accesible. También varios sitios webs como Vogue tienen secciones de cómo vestir como ella y tiendas de departamento como Nordstrom usan promociones inspiradas en el estilo de la próxima princesa americana.

Pero más allá del estilo que ella misma inspire, es el tono que tomará la inevitable contraposición entre diseñadores americanos vs británicos. Cómo será esta fusión diplomática en moda. Será Megan la próxima Michelle Obama de la diplomacia al vestir. Al final estas princesas tienden a decir más con su imagen que con sus palabras, pues su impacto tiende a ser más visual que interactivo y/o vocal.

Sin duda existe un chance visionario, interesante y nuevo para Megan Merkel. Goza de un poco más de libertad respecto a los “patronages” reales, pero igual sigue llevando ese título real, por lo que su estilo, apariencia y moda puede variar de lo simple a lo implícito, de lo americano a lo británico, de lo contemporáneo a lo preppy británico. Megan tiene la oportunidad de convertirse en el símbolo de los símbolos y así empezar una nueva historia en la monarquía moderna.

En el torbellino mediático que siempre supone una boda real, deslumbra el anillo obsequiado por el príncipe Harris a la futura princesa Megan, una sortija que consta de un diamante central de doce quilates originario de Botswana, con a los lados dos diamantes de menor dimensión pertenecientes a las joyas de la princesa Diana.

Es ciertamente significativo el impacto que la noticia del por qué un diamante de Botswana y la singular empatía que la pareja real tiene con esta nación donde han compartido épocas de labor social y de románticas vacaciones, lo que ha provocado un interés masivo de los británicos hacia este país africano, demostrando la enorme capacidad de convocatoria que la monarquia ejerce en sus súbditos…

Por Gabriela Ramos Caldato

Gabi Ramos Caldato
Books in the making - International Fashion Correspondent 📚❣️
TendencyBook