Las teen comedy tienen un patrón y todas juegan bajo los cánones universales del descubrimiento individual, en la búsqueda de sus propias verdades y en el desarrollo de quiénes son ante un futuro próximo. Es un género ya conocido pasando de John Hughes hasta la ola moderna de Judd Apatow. En el camino muchas se han quedado en lo básico y repetitivo y otras han logrado realmente lucirse entre ese mar de historias.
Booksmart, por suerte logra lucirse y además sale victoriosa. Tiene todo lo que acarrea una teen comedy de jóvenes dejando el instituto. No se engañen, no es algo nuevo, ni se aleja del patrón, sino que aprovecha esa universalidad propia del género y la hace suya. Se adueña, lo repite, lo retuerce y lo logra. En ningún momento busca ser original, ni desligarse de las referencias, y sin embargo, logra sobresalir entre muchas otras.
Desde los ochenta y noventa se han dado referencias al género, y lo interesante de Booksmart, es que plantea ese mismo descubrimiento adolescente pero en mujeres. Por ahí alguna vez dijeron que la comedia femenina no se sostenía y rara vez daba la talla. Pues Booksmart, con facilidad plena, tumba por completo esos argumentos, haciendo de la dupla Kaitlyn Dever y Beanie Feldstein, una química que quedará por rato. Si recuerdan el año pasado, Eight Grade, aquella comedia indie sobre una niña que no encajaba, ya había tumbado ese argumento a cabalidad.
Lo que hace esta película grande es el guión. Es perfecto y anda a sus anchas sin problema, se mueve como el que conoce y sabe lo que hace. Se autoparodia a sí mismo sin consenso, y juega además con una edición marcada por una selección musical a ojo que queda precisa y justa. Es un paseo nocturno por la ciudad como viaje de descubrimiento, como redención, como despedida de una etapa antes de comenzar una nueva e incierta. Es la consagración de una amistad. Humor, drogas, maduración, homosexualidad, todo es parte del renacer de dos nerds que quieren un último respiro.
Olivia Wilde dirige esta película y llega para demostrar que tiene un mensaje que decir y contar. Ojo con lo que haga, porque de ser una actriz de comedia, demostró que detrás de cámara está para hacerle un seguimiento.
Por lo pronto, a ver Booksmart, que desde ya empieza a figurar en la lista de lo mejor del año.