Estas son las bromas que puedes hacer el día de los inocentes

día de los inocentes

Cada 28 de diciembre se celebra el día de los santos inocentes, fecha dedicada a los niños que murieron por órdenes del rey Herodes I el Grande. Pero, ¿por qué se celebra una cosa así? Su origen se haya en lo pagano como muchas otras tradiciones, en la época del imperio romano entre el 17 y 23 de diciembre se celebran los saturnales, una fiesta en honor a Saturno en las cuales las casas eran decoradas, se encendían velas y se regalaban a los amigos. También eran unos días en los que se liberaban a los esclavos  o intercambiaban papeles.

Los Saturnales derivaron en la medieval Fiesta de Locos que consistía en poner a un niño en el papel del obispo y las cosas se salían un poquito del tiesto con el cambio de papeles y todo valía, la iglesia en vista de que todo parecía salirse de control decidió hacer coincidir ambas fiestas para poder calmar las locuras de la segunda. Desde entonces se unió la costumbre de hacer bromas y fiel a la tradición te sugerimos algunas para hacer de este 28 algo digno de recordar.

Sal por azúcar
Una broma clásica pero efectiva, cambiar el contenido de azúcar por sal sobre todo en el desayuno o a la hora del café es crucial para poder gastar la broma. La gesticulación de la víctima no tiene precio.

Cara o cruz
Para esta broma sólo tendrás que fijar al suelo alguna moneda o billete y, seguro, que más de un inocente caerá en la trampa de intentar despegar el botín de la calzada. Otra opción en este campo, es atar a la moneda o al billete una cuerda, y en el momento de atraparlo, tirar para que no pueda cogerlo.

Toc-toc
Ata una cuerda de un pomo a otro, así, ninguno de los que esté dentro de la habitación podrá salir.

Oreos con crema especial
Puedes regalar galletas oreos ese día, pero antes asegúrate de cambiar la deliciosa crema por un dentífrico. No hay forma de que esta broma falle.

¿Ya tienes pensadas a tus víctimas para este día de los inocentes?

Alexandra Hidalgo
Disfruto del orden que habita en el caos de ahí mi amor por la moda, la fotografía, los libros y mis peleas con lo absurdo.
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