La dermatitis atópica, una realidad que viven más de 230 millones de personas

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La dermatitis atópica es una dolencia sanitaria muy presente en nuestras vidas. De hecho, las cifras oficiales fijan en 230 millones las personas que, a nivel mundial, conviven con esta situación en su día a día.

Piel seca, picores, inflamaciones… son las principales características de esta afección, consecuencias que, afortunadamente, pueden aliviarse y ser controladas gracias al uso de fármacos como la crema dermatitis atópica DermControl.

Este tipo de productos farmacéuticos buscan reducir las consecuencias de una enfermedad con importantes repercusiones para quienes la sufren, un propósito verdaderamente importante en la actualidad, cuando los casos de dermatitis atópica se han duplicado en relación con los datos registrados hace treinta años.

Una patología crónica

Más allá de ser un problema puntual, la dermatitis atópica está clasificada dentro del catálogo de patologías inflamatorias crónicas más presentes en las sociedades contemporáneas.

Muy común en niños pequeños, pero extendida de manera habitual en personas de cualquier edad, puede derivar en problemáticas que van más allá de la sequedad y los picores. La dolencia está relacionada con alergias alimentarias, casos de asma o incluso rinitis alérgica, que son problemas que pueden convertirse en una situación compleja para quienes los sufren.

Una crema, suficiente para controlar los síntomas

La fórmula de cuidado más recomendada por los profesionales médicos es el uso de cremas especializadas para mantener la piel lo más hidratada y cuidada posible.

La aplicación frecuente de pomadas para la dermatitis atópica tiene una principal función: reducir la irritación, el picor y los enrojecimientos. Pero más allá de eso, busca reducir el tiempo de cicatrización de las heridas para que la persona que sufre esta dolencia no tenga que elevar las precauciones sobre la zona, así como evitar la aparición de nuevas erupciones.

Para ello, cremas como DermControl han sido elaboradas con base a diferentes investigaciones y pruebas hasta dar con la fórmula correcta. En este caso, los ingredientes principales del medicamento son los siguientes:

  • Ácido hialurónico: su trabajo prioritario es el de ofrecer una correcta hidratación para la piel, así como ayudar a la regeneración en las zonas más afectadas.
  • Glicerina: forma una película protectora sobre la piel que ayuda a que no se pierda tanta agua y, por tanto, reduce la aparición de sequedades.
  • EGF: esta es una fórmula patentada que estimula el crecimiento de la epidermis; dicho de otro modo, es el elemento clave para la regeneración de la piel, con lo que los síntomas desaparecen mucho antes.

Basta con sumar el hábito del uso de este tipo de cremas para ver cómo los daños provocados por la dermatitis atópica se espacian cada vez más en el tiempo y resultan mucho menos molestos para los pacientes que los sufren.

Que un solo gesto pueda reducir una problemática tan presente en la actualidad es una buena noticia. Las personas que sufren la dolencia saben que pueden mejorar su calidad de vida con tan solo llevar una de estas cremas a casa y tenerla siempre cerca para poder aplicarla cuando sea necesario.

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