“No es sobre las ideas. Sino hacer que éstas se vuelvan realidad.” – Scott Belsky, cofundador de Behance.
Esto parece ser clave en la fase inicial de cualquier emprendimiento: la idea ya la tienes, ahora ¿Qué harás con ella?
La Escuela de Emprendimiento 100% Chic by Titina Penzini es una iniciativa que pretende darle a los emprendedores y creativos en la industria de la moda, el empujoncito que necesitan para facilitar la partida y el camino a la idea que los está rondando desde hace tiempo. A través de una serie de ponencias, el dinámico encuentro procuró ilustrar desde distintos ámbitos problemas y soluciones, consejos y advertencias en pro de que los asistentes nutrieran sus ideas para las lleven a cabo, cargados de herramientas que les ayudarán a vencer y resolver -sino todos- muchos de los dilemas e incertidumbres que persisten en los nuevos emprendedores.
El primer módulo de la iniciativa se tituló “Emprender desde la Moda”, donde se dictaron ponencias alrededor de la fase inicial del emprendimiento relacionado con moda: desde consejos legales que hay que tener en cuenta ante una asociación en la industria de la moda, hasta el mercadeo de la marca o producto de manera tradicional y digital.
El empujoncito que necesitan para facilitar la partida y el camino a la idea que los está rondando desde hace tiempo.
Las ponencias estuvieron encabezadas por Titina Penzini, Carlos Valedón, Gianfranco Berardinelli, Verónica Ruíz del Vizo, Fran Beaufrand y Gonzalo Peña, quienes a través de sus experiencias ilustraron diferentes puntos de la industria de la moda, esperando que sus estudios y pruebas sean más que una anécdota y pasen a ser consejo para los futuros emprendedores dentro del negocio.
Titina Penzini abrió la jornada con una pasada por la historia de la moda en Venezuela. Explicó como desde el Siglo XVI existió una influencia importante en la vestimenta del país proveniente de Francia, destacando lo “mal visto” que era en la época llevar ropa hecha en casa, pues la indumentaria era sinónimo de estatus y el lugar social que ocupaba la gente dentro de la sociedad venezolana.
Penzini nos ilustró que no fue hasta los años 70 cuando el boom de la moda venezolana comienza, los años de oro del modismo venezolano, el comienzo del camino de diseñadores que sería tendencia en la época dentro y fuera del país.
En la actualidad, nos encontramos con un panorama completamente distinto, una Venezuela donde la producción de materia prima ha reducido considerablemente afectando la fabricación de piezas venezolanas. Penzini declara que hemos de empezar desde cero dada esta situación, pero en una nota más positiva manifiesta que es gratificante ver el resultado de iniciativas como la Escuela de Emprendimiento 100% Chic y el crecimiento de marcas que no se rinden ante las dificultades.
Titina invita a trabajar por el viaje a la inversa, por la muestra del talento de los venezolanos, a invadir con la creatividad, a no dejarnos timar como nuestros antepasados, quienes cedieron muchas de las riquezas de nuestras tierras hechizados y fascinados por espejitos, darnos el valor que merece nuestro trabajo y labrar el camino para hacer de nuestro país, una vez más, un espacio de referencia en la industria de la moda.
Carlos Vadelón, por su parte, hizo un paseo por la importancia de la optimización legal que debemos tomar en cuenta antes de comenzar el camino del emprendimiento, en una suerte de guía de negocio de moda, donde la idea debe pasar a estructurarse en un modelo de negocio el cual debe tener validación legal para poder producir.
Valedón ratificó la importancia de tener muy claro dentro de ese modelo de negocio la proyección a la que se espera llevar a la marca, aconsejando que se haga donde las divisas no sean un problema, como por ejemplo, territorios como Ecuador.
La industria de la moda tiene características y modelos específicos de negocios que los emprendedores deben conocer y empaparse en ellos, dice Valedón. ¿Cómo apalancar la idea? ¿De dónde obtener los recursos para la producción? ¿Cómo proteger la propiedad intelectual? Preguntas básicas que fueron comentadas de manera sencilla en la ponencia, como un abreboca de la importancia legal que debe estar detrás de cualquier emprendimiento.
Carlos Valedón cerró su ponencia considerando la importancia de la marca y el posicionamiento de la misma como un bien inmaterial e intangible, de carácter intelectual y de tipo creativo, activo importante en cada empresa. Además de explayarse en la repercusión de la patente como espacio de invención gracias a la tecnología a nivel de moda y tendencias.
Verónica Ruiz del Vizo dedicó su ponencia a lo que mejor sabe hacer: el desarrollo de estrategias digitales en pro de desplegar estructuras que permitan a la marca lograr la mejor exposición posible dentro y fuera del mundo 2.0. Declaró que “el mundo digital llegó para quedarse” y así pintan el tiempo en el que vivimos.
Parte de sus consejos incluyeron entender cómo funciona la cadena de conversión del contribuyente, esa persona que colabora con un like, un share o un comentario dentro de las plataformas digitales de la marca. Además, destaca la importancia de tener en cuenta de manera detallada quién es el cliente ideal, desarrollando el mismo a través de un estudio de las conductas, decisiones y pasatiempos en líneas de los consumidores que son interesantes para la marca. ¿Cómo puedes hacer esto? Definiendo sus hábitos e intereses, cómo, cuándo y en cuáles plataformas están, lo que permitirá tener un panorama de sus pasiones, de lo que los cautiva y entretiene, claves que puedes usar dentro de la estrategia de contenidos de tu marca.
Ruiz del Vizo continuó su ponencia destacando la importancia de entender que el número de seguidores no garantiza el éxito o la conversión de compra. Hace hincapié en que las marcas deben agregar valor a la conversación 2.0, entendiendo el entorno social y los diferentes individuos en el mismo. Destaca que aprender a promocionar la marca es clave y que la práctica está en conectar con aquello que da valor.
Algo de considerable significación fue su declaración sobre la moda: “El emprendimiento a través de la moda es sensorial (…) nos ayuda a tener una narrativa individual, una expresión de la personalidad”, destacando la relevancia de tener esto siempre en cuenta cuando se vaya a atacar la estrategia digital de la marca.
Gonzalo Peña nos adentró con su ponencia al mundo del concepto y la producción editorial, destacando la diferencia entre una campaña y una editorial: la primera vende una marca, la segunda vende un concepto.
¿Por dónde empezar? Idea y concepto, ejecución, preproducción, producción y postproducción, nos indica Peña. Para crear la editorial explica que es importante tener en cuenta:
1.- Ideas. A partir de los sentidos, el arte, el cine, la música, la TV, el diseño y la literatura, entre otros.
2.- Realización de un moodboard para el desarrollo del concepto y la ilustración del mismo.
3.- Estudio de las locaciones.
4.- Disponibilidad del talento y recursos.
5.- Armar un equipo de producción que esté entregado al proyecto.
6.- Locación. Estudio. Vestuario. Selección del fotógrafo, estilista, director de arte y equipo de producción.
La clave, según Peña, está en la organización y estar preparados en caso de cualquier imprevisto, pues solucionar es el secreto del éxito al momento de la realización de editoriales.
Gianfranco Berardinelli abrió paso con su ponencia a la discusión de la moda como agente comunicativo y el papel del fashion periodismo. Destaca la importancia del discurso y la narrativa detrás de la marca, pues lo que está detrás de ella es lo que la hará única y crea la fundación sobre el cual crecerá.
Berardinelli dice: “Me gustan las firmas que tienen historias”, y distingue que la moda va de entender lo que socialmente está pasando, exponiéndolo en piezas y colecciones que no pierdan la esencia de la marca.
Sobre el fenómeno de los emprendedores, Gianfranco afirma la relevancia de un brandbook, pensando en establecer las bases correctas de las firmas, de dónde vienen, cómo se conforman, en pro de evitar la desaparición de la esencia en un futuro, protegiendo el ADN de la marca y el proceso comunicativo de la misma.
Fran Beaufrand, uno de los fotógrafos más icónicos de nuestro país, nos ilustró sobre la construcción de la imagen de la marca y cómo la fotografía es el gran aliado en este proceso. Explica que la moda es contada a través de las imágenes, cosa que probó con su trabajo en los 80, época donde la moda nacional estaba en su apogeo.
Beaufrand nos invita a contar historias y relacionarlas a la marca a través de un discurso, como él lo hizo por ejemplo trabajando con Ángel Sánchez, donde consolidó una imagen de vanguardia, una visión diferente a través del uso de la iluminación inspirado en clásicos de la fotografía.
Fran destacó la importancia de vincularse y armar un equipo variado y creativo, aliados para crecer juntos, dice: “nos construimos a través de un grupo y de referencias”; ajustándose al mercado, a los presupuestos, “manejarse en la realidad que permite realizar las ideas”.
Se describe como un creador inquieto y preocupado por darle personalidad a los clientes, buscando interpretar las necesidades de la marca, lo que le parece relevante siempre en el arte de la fotografía. “El diseñador quiere ver su prenda, el fotógrafo quiere construir una imagen”, dice Beaufrand.
La jornada terminó con un panel de emprendedores conformado por Delia Olivieri (Demasiado Bazar), Adriana Donghia (Shoppeando), María Pia Boffa (HB Joyas), Gerson Gómez (Hecho en Venezuela) y Nydia Goiticoa (Territorio Vintage). En este panel, los participantes compartieron sus experiencias como emprendedores, desde el momento en el que nace la idea, hasta los diferentes acercamientos hacia el negocio que tomaron para el crecimiento de los mismos.
Cualquiera que sea tu emprendimiento, escuchar de los expertos siempre es un buen comienzo. No te pierdas las próximas ediciones de la Escuela de Emprendimiento 100% Chic by Titina Penzini y entérate de las novedades en nuestras redes sociales @TendencyBook.