Tomar agua es necesario para que todas las funciones de tu organismo marchen adecuadamente. Seguramente has escuchado que lo mejor es que bebas ocho vasos al día, como mínimo. Esta sugerencia surge a partir de una investigación en la que se tomó como referencia la ingesta de calorías para determinar cuánto de este líquido se tenía que consumir. El resultado fue que por cada una de ellas habría que beber 1 ml de agua. En este sentido, si una persona ingiere 2000 calorías normalmente, tiene que tomar 2000 ml de agua, lo que equivale a dos litros.
No te imaginas lo que 8-10 vasos de agua por día pueden hacer para eliminar muchos malestares.
Si tú tienes la mala costumbre de no tomar agua o tomar muy poca, debes saber que entonces te estás perdiendo de los múltiples beneficios que conlleva tomar este vital líquido, ya que es un nutriente esencial para el adecuado funcionamiento de diversos procesos fisiológicos como la digestión, absorción, distribución de nutrimentos, transporte y desecho de elementos tóxicos.
El agua tiene poderes que nos permiten mantenernos sanos o restaurar nuestra salud cuando la hemos perdido. No hay cultura ni religión que no utilice el agua como potente símbolo central.
Teniendo en cuenta que el 70% del cuerpo humano es agua, si nos esmeramos en cuidar qué tipo de agua bebemos, estaremos mejorando, activando, limpiando y potenciando ese 70% del organismo.
El 85% de los tejidos del cerebro es agua. El 73% de nuestro hígado es agua. El 80% de nuestra sangre es agua.
Además, este líquido vital hará que tu hígado, riñones, sistema digestivo e inmunológico cumplan con sus funciones; y, entre otras cosas, lubrica tus articulaciones, mejora la resistencia de tus ligamentos, controla la temperatura corporal, mantiene los niveles adecuados de acidez en tu cuerpo y retarda los procesos de envejecimiento.
Por si fuera poco, este elemento básico es excelente colaborador cuando de perder peso se trata, ya que suprime el apetito, controla el hambre y ayuda a tu organismo a metabolizar la grasa acumulada.
Entonces, no lo dudes más y comienza a incrementar tu consumo diario de agua para cubrir lo que requiere tu cuerpo. Lo primero que tienes que hacer es determinar qué cantidad necesita tu organismo. Lo recomendado son dos litros al día, pero esto puede variar dependiendo de cada persona. Para calcular cuánto del líquido vital tienes que tomar es indispensable que dividas tu peso en kilogramos entre 30; así, por ejemplo, un individuo que pesa 80 kilogramos deberá tomar 2.6 litros de agua por día.
El hablar de beber agua, no se refiere al café, té o sodas. El agua embotellada y/o de manantiales es la mejor.
Reemplaza las gaseosas por jugos naturales, y bebe más agua que té, pues estas son las reglas básicas para quienes desean que su piel revele un estado interior saludable, y que cada curva se engalane con una textura lozana y fresca.
Tu cuerpo está tan bien diseñado que aguanta todos los abusos durante años, se acostumbra a que fumes, a que tomes alcohol regularmente, pero pasa factura. Es por ello que debes vivir en prevención, cambiando tus hábitos HOY. No esperes a mañana o el lunes, es ya. Vas a sentir la diferencia, el país y tu familia te lo agradecen.
Recuerda siempre: Cuando te sientes bien, todo te sale mejor.
Por-.
Lic. Shia Bertoni
