El buen vestir y el éxito: una sinergia necesaria

buen vestir

Muchos aún consideran el buen vestir un tema elitista, que solo deben y pueden aplicar algunos, y en esta afirmación, aunque absolutista, se comete un gran error.

Es una constante en el mundo, sea cual sea la esfera en la que usted se desenvuelva, que la imagen personal sea una fotografía, registro y presentación no solo de quién es usted, sino de sus aspiraciones en la vida. Es el mundo real, y es bajo este precepto que se dan las cosas.

Nunca olvidaré a un profesor que tuve en la Universidad. Un hombre dicharachero, folclórico como pocos, muy lleno de sapiencia de esa que te da el roce de la calle y la experiencia de la vida que sin duda alguna no tiene precio. Cada clase venía con historias jocosas -por lo absurdas- pero pocos le tomaban en serio. El tema de conversación era: ¿Cómo irá a venir vestido? El famoso “¿Y ahora qué?” de todas las semanas, y no… no era expectación positiva. Su caminar desordenado, junto a sus vestimentas poco prolijas, over sized y de cuestionable pulcritud era su sello característico. Ese mismo año, tuve un profesor que era todo lo contrario, clases infumables, cero pedagogía, pero un vestir impecable, un andar con la seguridad que pocos hombres tienen, a pesar de su baja estatura su caminar era de un hombre grande, lo que ligeramente catalogan de arrogancia. Ambos profesores se distinguían por estar en dos polos opuestos a más no poder del mundo laboral. Mientras uno trataba cualquier caso como abogado, el otro se daba el lujo de poner en espera y seleccionar muy bien a sus clientes. ¿Cuál de los dos era quien más tenía habilidad y facilidad para el litigio? El primero, pero su imagen personal lo alejaba tremendamente de cualquier consideración y respeto. Ese es el mundo real…

Cualquier oportunidad debe ser aprovechada al máximo, por la sencilla razón de que nos estamos vendiendo al mundo, y somos nuestra única tarjeta de presentación. La famosa regla de “Solo tienes una primera oportunidad para dar una buena impresión” viene de la era paleolítica, y de los exactos y precisos 7 segundos que los humanos en aquel entonces se podían tardar en cazar su presa. He ahí queridos, la razón de esta dinámica que está bastante lejos de caducar, y que sigue rigiendo a la humanidad, generación tras generación.

Siempre han dicho los grandes conocedores en el arte del buen vestir del mundo, que debemos vestirnos para aquello a lo que aspiramos, llámese sueldo, trabajo, pareja y que el factor coherencia es un punto importante en esta ecuación. Uno de los ejemplos que siempre pongo en mis conversatorios como ícono de moda masculina de éxito es Iván Espinosa de los Monteros, político español. Sin muchas pretensiones, ropas ultra costosas ni mega elaboradas –para quien farda de su poco cuidado al vestir- es el ejemplo ideal de cómo alguien con una posición de poder, de importancia, se viste acorde al puesto que tiene y al que aspira.

Muchos creen que buen vestir es vestir ropas de marca o diseñador, costosas las 24 horas del día y nada más lejos de la verdad. Es saber que vestirlo, como vestirlo y que tenga además el corte y fitting ideal para nuestras proporciones. El complemento es la actitud con la que lo vistamos, sin dudas, seguido al mensaje y calidad nuestra sea como profesionales de equis área o personas simplemente. El buen vestir es respeto a ti mismo y a las personas con las que te rodeas, sencillo.

Estar preparados para el mundo competitivo de hoy en día es un reto, reto que si no asimilamos, nos pondrá en una considerable desventaja con nuestros pares (porque tú eres tu única competencia). ¿Vale la pena? I don´t think so.

Ser la mejor versión de ti mismo nada cuesta.

¡Hasta la próxima!

Jennifer Barreto-Leyva
1st. Latina + size model, Beauty Queen & Size advocate worldwide | TV/radio host | Editor in Chief of @BellezaXL |Celebrity blogger in Huffington Post
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