La historia de la moda es amplia y tiene un sinfín de complementos que merecen especial atención, poco a poco hemos ido viajando por ella contándote los momentos más relevantes de cada década, pero no podemos dejar pasar darle un apartado a nuestro fiel compañero, el bolso. Conoce los que definieron toda una década.
Años 50
Esta década tuvo mucho auge económico gracias al término de la Segunda Guerra Mundial, probando una completa revolución en el mundo de la moda. Dior fue uno en dar el salto convirtiendo el New Look en una referencia de estilo, sus vestidos entallados a la cintura y amplias faldas que rozaban los tobillos que eran el sueño de todas las mujeres.
Esta silueta tan armónica trajo consigo una necesidad, un bolso que se adecuara a las proporciones y no desentonara con la elegancia que se respiraba. También era imprescindible que el bolso en cuestión fuera a juego con los elaborados sombreros, zapatos y otros accesorios. Así que no era extraño que los bolsos se fueran acumulando en los armarios, los modelos de vestir estaban pintados con un remolino de lucita jaspeada, con brillo nacarado, incluso los había completamente transparentes.
Las tallas intrincadas y el trabajo en metal de filigrana hicieron de los bolsos verdaderos protagonistas de los atuendos de los 50. Por su parte, Guccio Gucci creó asas de bambú, una manera inteligente de eludir las sanciones que persistieron en Italia, su fan más notable fue Jackie Onassis quien era vista con frecuencia utilizando los bolsos de este taller que se caracterizaban por ser desestructurados.
En 1956 Grace Kelly consolidó como icono de la elegancia un bolso Hermès grande, cuando fue fotografiada abrazándolo. Más tarde fue revelado que con este bolso la Princesa de Mónaco trataba de ocultarle a la prensa su embarazo. Pero en 1977, el Sac à Courroies se convirtió en el Kelly, y se selló su destino como icono del bolso. Y Gabrielle Chanel como ya se sabe fue una mente súper creativa, así que no nos extraña que la diseñadora creara el bolso que revolucionaría la década. A día de hoy aún seguimos utilizando este modelo característico por su material acolchado de astas de cadenas y con sus dos C.
El 2.55 fue el primer bolso en ofrecer una correa al hombro, con ello se abrían las puertas a la facilidad al llevar las manos libres.
Años 60
Los 60 estuvieron marcados por una libertad incipiente, llevando a las más jóvenes a olvidarse de los bolsos y optar por profundos bolsillos en los que guardar sus cosas. Si bien los bolsos habían dejado de ser una necesidad sí se convirtieron en toda una declaración, inundados de un espíritu experimental. Paco Rabanne lanzó carteras icónicas de cota de malla que se columpiaban en las pistas de baile. Por su parte, Mary Quant y Biba capitalizaron el auge de la calle ofreciendo bolsos accesibles a mujeres que idolatraban a Twiggy y Edie Sedgwick.
El lujo llevaba el nombre de Bottega Venetta quien acuñó su tejido intrecciato transformador, la técnica se creó originalmente para fortalecer el cuero napa flexible para que los bolsos fueran suaves como la mantequilla. Louis Vuitton creó la práctica y pequeña Speddy a petición de la actriz Audrey Hepburn y Emilio Pucci se destacó por los lustrosos bolsos de mano hechos en seda y estampados psicodélicos.
Años 70
Con la llegada de la influencia hippie, los bolsos eran completamente bohemios, elaborados con cueros fexibles o gamuza, diseñados para ser colgados sobre el cuerpo con una correa larga y delgada. Mulberry abrió sus puertas en 1971, ofreciendo destacables bolsos de gamuza, adornados con bordados y flecos, Lagerfeld en medio de su apogeo destacaba con su característico look bohemio de Chloé con ribetes exóticos y elegantes.
La marca española Loewe encapsulaba en sus creaciones el espíritu libre de la época, con el Amazona, un modelo práctico y sin forro en cuero amarillo que hoy en día es un auténtico icono. Otro detalle destacado es la apertura del famoso Studio 54, que fue el contrapeso de la onda hippie, así que quienes optaban por este estilo elegían el bolso de Whiting y Davis Mesh que solía ser combinado con un jumpsuit de lamé.
Años 80
También conocida como la época del maximalismo, los 80 estuvieron marcados por los excesos por lo que es considerada una época decadente para la moda. Los bolsos eran la forma más rápida de comunicar el estilo, repletos de monogramas creando el look-at-me. Karl Lagerfeld fue quien rescató el icónico bolso Classic Flap de Gabrielle Chanel, reemplazó el tradicional cierre giratorio; por su parte, Dior ganó terreno con su bolso de mano acolchado y cuadrado que tenía un colgante y que posteriormente fue bautizado como Lady Dior en honor a la gran colección que la Princesa de Gales poseía.
El logo FF de Fendi fue creado originalmente por Lagerfeld cuando llegó a la casa en 1960, pero esta década vivió su resurgimiento; Hermés también dejó su huella con la creación de un bolso icónico que a día de hoy aún se sigue llevando y que llevaba el apellido de la It Girl francesa Jane Birkin.
Los 80 vieron nacer el primer bolso de Miuccia Prada, confeccionado en nylon, una tela previamente reservada para el ejército italiano, fue la pieza más deseada de la época con su característico triángulo. Su costo era superior a muchos bolsos de cuero, lo que hizo que las personas se cuestionaran las ideas predispuestas sobre el lujo, e iniciando una nueva era de la moda utilitaria.
Años 90
La Fendi Baguette alcanzó su momento de cultura pop en 1997 en la que muchos seguían utilizando la práctica mochila de Prada, esta pequeña pochette tenía una silueta diferente y nueva, estaba diseñada para deslizarse bajo el brazo al igual que el pan francés. Este bolso fue el sueño de la época, cosa que se reflejaba en la serie Sex and the City; Carry Bradshaw fue un icono indiscutible para los 90 por lo que no es de extrañar que apareciera en algún episodio portando el bolso combinado con unos Jimmy Choo y faldas tutus.
Así pues, se le atribuye a Fendi sacar el primer bolso It por el que las mujeres pagaban por él, más que por su alquiler y hacían largas listas de espera para tener su Baguette.
Años 2000
Ya establecida la era del It Bag, la búsqueda no se fundamentaba en la comodidad, no, las marcas buscaban posicionar sus diseños. Quien lo logró con un bolso que pesaba por si solo 1kg fue el Paddington de Chloé, poseía un candado decorativo nada liviano y que se balanceaba desde la parte delantera, pero esto no impidió que los 8000 primeros modelos se agotaran antes de llegar a las tiendas.
Mientras esto sucedía, Alexader Wang colocó en el hombro de muchas modelos su creación Rocco, pero que compartía con el Paddington un singular peso. Pero si los dos bolsos anteriores lograron dejar huella por el pesaje, Dior logró marcar la década –cómo no- por la silueta. Su modelo Saddle llegó en innumerables iteraciones, con la impresión de un periódico con logotipos con estampados de camuflaje.
Y para cerrar esta época no podemos olvidar la tan aplaudida colaboración de Louis Vuitton con Takashi Murakami; estos bolsos marcaron un antes y después por sus increíbles ilustraciones que se ajustaban al icónico monograma, haciendo que el mundo deseara combinar sus tonos de arcoíris con sus atuendos.
Pero el contrapeso vino de la mano de Balenciaga con su bolso de motocicleta que por muy poco no vio la luz, ya que antes de llegar a producción fue sometido a mucho escrutinio llegando a la conclusión de ser demasiado suave y desgarbado hasta que la top Model Kate Moss puso sus ojos en él y lo elevó a objeto del deseo.