El Caftán es una prenda que tuvo su auge a mediado de los 60, se caracteriza por una inspiración oriental y de silueta fluida. Entre sus suscriptoras predilectas se encontraba Diana Vreeland quien la catalogó como “La prenda de moda entre la gente guapa”.
Algo que ha gustado mucho a quienes se inclinan por esta prenda es su silueta relajada que descansa en el cuerpo sin darle una forma definida. Cada año vemos cómo el caftán se cuela en las colecciones primavera-verano de los más grandes diseñadores, pero quizás por las circunstancias que nos abordaron el año pasado, ahora vuelve a tener su segundo apogeo.
Quienes no se aventuraban a utilizar la prenda para salir a la calle, la tenían como un comodín elegante y con estilo para los días en la playa. Pero si algo tiene el caftán es su versatilidad, es por ello que luego de verlo el año pasado como una prenda homewear, y de haber sido la prenda de la playa el Street Style se ha sumado unos puntos con versiones tejidas que nos llevan directo a un boho style.
Sin embargo, no es el único estilo que tiene para ofrecernos, ya que su silueta combinado con los tejidos y estampados correctos puede tener un aire oriental, por otro lado puede ser una prenda elegante y sofisticada si es confeccionada en tejidos nobles que sean idóneos para eventos nocturnos.
Los orígenes del caftán
Fue extendido a Rusia y Europa del este durante el siglo XII desde el imperio persa, pero fueron los sultanes Otomanos los que durante el siglo XVI popularizaron la prenda como un ‘vestido de honor’ para las grandes ocasiones, solían estar confeccionados en satén, seda y terciopelo.
El termino caftán se refiere a un vestido holgado, lardo, de manga abierta y escote que puede tener una abotonadura o deslizarse por el cuerpo sin ningún tipo de cierre.
¿Ya tienes tu caftan listo para el verano?