El estilo comfy ha logrado que este sea un año enfocado a los pantalones, mientras buscamos la comodidad y versatilidad para desempeñar nuestras actividades, prendas como la minifalda se han quedado relegadas a un segundo y tercer lugar en nuestra escala de prioridades. Pero el desquite viene este otoño, pues la falda toma fuerza y buscará apoderarse de la estación.
Aun cuando las temperaturas empiecen a bajar, estas prendas van a asociarse con otras para no ceder su protagonismo. ¿Quién es el responsable de este levantamiento estilístico? La minifalda, este pequeño trozo de tela en comparación a otras prendas se ha convertido en la pieza amada de muchas este verano 2021, la influencia de los setenta tocarán nuestras puertas y lo hemos abrazado con fuerza, de ahí que esta prenda icónica se esté convirtiendo en nuestra prenda favorita por excelencia.
Ubicada en el puesto número uno, la minifalda se verá elaborada en el clásico denim, cuero, patchwork, tartán, vuelos e incluso crochet. El cielo es el límite a la hora de combinarlas pero tendrá un encanto especial y muy retro si la combinamos con leggings con estribos, medias pantys de colores e incluso medias de mallas con venas.
Sin embargo, no son la única opción de la que vamos a disponer; la versión de tenista será muy demandada al igual que las que tengan un aire preppy, como si saliésemos del set de clueless. Otro de los grandes favoritos será el tipo pareo que nos confiere un aire relajado y que, dependiendo del top que empleemos, podemos lograr un look formal y creativo.
Finalmente, las faldas elaboradas en tejidos que nos recuerden al crochet serán un puntazo a la hora de combinarlos con chalecos de rombos tipo Oxford, evocando la intelectualidad de los setenta.
De preferencia, todas estas faldas se ubicarán por encima de nuestras rodillas, pero no por ello vamos a descartar los cortes más alargados a medida que desciendan las temperaturas.