No es una casualidad que, en determinados días, después de la respectiva ducha de rigor, sintamos que el mundo es nuestro a pesar de no contar con las cartas adecuadas en el momento. Y la razón para este extraño acontecimiento se llama Neuro-moda, la mejor herramienta para hackear nuestros cerebros y utilizar la armadura perfecta que hará que ganemos terreno en el camino de nuestros objetivos. ¿Cómo funciona?
¿De dónde viene la neuro-moda?
También conocido como la cognición de la vestimenta, es el resultado de años de estudio de diversos neurocientíficos para comprobar el comportamiento de los seres humanos y la indumentaria; en palabras más sencillas, la ropa tiene una influencia muy marcada en nosotros cuando la utilizamos, de igual manera que el modo en el que nos estamos sintiendo afecta nuestras elecciones en las prendas.
Por ejemplo, el 70% de las personas que presentan depresión utilizan atuendos holgados y en colores opacos, mientras que el 90% no utiliza todo su armario, solo reducen sus elecciones a muy pocas prendas. Entonces, ¿puede ser muy descabellado decir que podemos modificar la estructura de nuestros pensamientos a través del vestuario?
Lo cierto es que no, aunque es importante ser responsables en este punto, vestirse es una herramienta que puede ayudarnos, claro, pero, no se trata de la medicina definitiva para los problemas, por lo que si te encuentras en un punto desconsolador es importante buscar ayuda de profesionales que puedan brindarte un sistema de apoyo. Lo que hablamos a continuación, es más para ejercer un cambio de actitud positiva.
¿Una forma de marketing o una solución real?
Si bien es cierto que las casas de moda han abierto sus mentes para conquistar a las nuevas generaciones de consumo que no se conforman con poco, la neuro-moda no es otra herramienta de mercadeo, es un estudio realizado por Adam Galinski, quien determinó que el vestir estimula el pensamiento abstracto, permitiendo a las personas sentirse más poderosas logrando alterar la estructura de percepción con la que los individuos vemos el mundo.
Para probar su teoría realizó dos experimentos que tenían como protagonista una bata blanca, para el primero de ellos se reunieron a 58 estudiantes a los que se les asignaba una “bata de laboratorio” para realizar un test de atención, el resultado fue que aquellos que sí la usaron cometieron solo la mitad de errores que los que no.
Mientras que en el segundo experimento, se reúnen a 74 participantes a los que se le ofrecieron 3 opciones: llevar una bata de médico, una de pintor de casas o solamente mirar la bata blanca que en los tres casos es la misma, no hay una diferencia tangible más allá del concepto que se le dio. El estudió reveló que quienes asumieron la bata de médico resolvieron mejor el ejercicio que los otros dos grupos.
Como ves, no es casual que con determinadas prendas te sientas mejor que con otras, así que la próxima vez que elijas tu atuendo recuerda que interiorizamos las características de esa prenda, por lo que antes de ir de compras descubre qué colores te sientan mejor, que transmiten, la elección de materiales de calidad y patronaje influyen considerablemente en este tema. ¿Sabes cómo utilizar esta herramienta?
Para más información sobre este tema, te recomendamos seguir a @ladelcardigan