Así comenzaba mi entrevista [en 1989 celebrando sus 50 años como cantante] con una de las más grandes boleristas de América, Olga de Cuba, como siempre se le llamó. Me decía a boca llena y con risas picaronas que ella era la culpable de esa noche, la de anoche. Para los conocedores del bolero, hablar de la noche de anoche sin duda, les resultará muy familiar, porque rápidamente le sugerirá esa sugestiva letra de René Touzet:
«…tantas cosas de momento sucedieron que me confundieron
Estoy aturdido, yo que estaba tan tranquilo
Disfrutando de la calma que nos deja, un amor que ya pasó…»
Para los menos conocedores, va en toda su extensión:
Y es que ese bolero se lo compuso René Touzet a ella cuando apenas la conocía. Por su letra no es difícil intuir que él salía de un amor y cuando empezaba a vivir la tranquilidad o la calma, como lo describe él mismo al decir lo que ya pasó, apareció nada menos que aquel torrente de mujer, en voz y cuerpo, a robarle esa tranquilidad y esa calma y convertirla en una historia de pasión con el producto de una hija, la única que tuvo Olguita, Olga María.
Pero ya Olga venía de recorrer en sus inicios, el jazz, lo que pocos conocen de ella, cuando apenas tenía 16 años grabó stormy weather y años más tarde entra a lo que se llamó el bolero beging. A partir de ese momento, ya por los años 1948 | 1949 comienza a grabar a Boby Collazo, Julio Gutiérrez, Oswaldo Farrés, Juan Bruno Tarraza [fue su primer pianista y director] y aparece en escena también René Touzet.
Esa historia de amor entre Olga y René, nació una noche por accidente, cuando a Olga le falló su pianista en un hotel en ciudad de México y por esas cosas de la vida, Touzet estaba allí con otro compromiso y lo invitaron a acompañarla, allí nació esa todo o casi todo, cuando dos días después le compuso ese bolero, uno de los grandes del repertorio de la Guillot.
Me contó Olga en aquella entrevista que ella era muy liberada «diría que atrevida, un día —recién conociendo a René—le dije que él me gustaba y se asustó, la verdad es que yo me le declaré, de allí nació no solo ese bolero, sino una hija»
¿Cómo te veían en los años 50 siendo tan liberada?
—Vengo de una familia de artistas, mi madre era mezzo soprano y mi padre tenor, así que no teníamos esos tabúes, para mí siempre fue fácil hacer lo que quería, porque me enseñaron que el arte no es un pecado.
Olga muere en julio del año 2010, tuvo experiencias maravillosas que «no las cambiaría por nada», me dijo, y cantó su vida a través de los boleros y contó su historia desde La noche de anoche.
¿Pero qué tú estás haciendo de mí, que estoy sintiendo lo que nunca sentí?…
Por: Elsy Manzanares
