Con la necesidad de las prendas comfy en las que se incluyeron los chándales o ropa de andar por casa, conjuntos de punto vimos cómo la historia reclamó su momento yendo a por todas y ahora vemos cómo nuestro armario clama por el Nap Dress.
Claramente la moda dio un vuelco este 2020 y seguimos viendo las repercusiones en el primer trimestre del 2021. El confort se volvió sin duda ese ingrediente imprescindible en nuestro armario logrando abrirse paso entre las pasarelas para marcar tendencias. Hemos visto nacer movimientos como el cottagecore o el cabincore que buscan escapar de la vida cotidiana tras una pandemia.
Ambos códigos estéticos dieron a luz al llamado Nap Dress, esta prenda fue bautizada y popularizada por la firma Hill House logrando no solo romper Instagram sino que recaudó un millón de dólares en 30 minutos el año pasado, vendiendo 8.000 vestidos mientras anunciaban que repondría a Ellie su modelo de Nap Dress más famoso. A fecha de hoy, muchos de sus modelos están agotados y con largas listas de espera.
El vestido de siesta alcanzó gran popularidad recientemente pero este estilo de prenda que se ven influenciados por los antiguos camisones de vestir lleva algunas décadas siendo vanguardia en los closets más fashionistas.
Firmas como Ccilie Bahnsen, Sleeper o Sister Jane fueron algunas de las primeras marcas en apostar por estos vestidos de mangas abullonadas, nido de abeja o tejidos voluminosos que logran transportarnos a épocas a las que solo podemos ir a través de las series o libros e historias como la de Mujercitas, Lo que el viento se llevó, Betty Draper o The Bridgerton, la más reciente serie ambientada en otro siglo.
¿Cuánto tiempo veremos el auge de los nap dress? No lo sabemos, pero lo que sí tenemos claro es que estas piezas tan cercanas al confort están arrasando en las redes sociales.