Las casas de muñecas son el juguete ideal

Hay juguetes que marcan la vida de las personas, uno de ellos son las casas para muñecas hechas en madera, que hoy podríamos considerar vintage pero que siguen estando entre las favoritas de las pequeñas (y grandes) de la casa. Así que ahora nos toca hablarte de las míticas casas de muñeca Kidkraft.

Estas casas de ensueños están elaboradas en madera y tienen un excelente tamaño, cada una de estas casitas poseen una estética que se adecúa a la personalidad de la niña, convirtiéndose en el regalo más acertado y encantador de todos los tiempos.

Algunos detalles que gustan a los padres sobre estos juguetes analógicos, además de las ventajas que poseen y leeremos más adelante, es la relación precio-calidad, su fácil ensamblaje, colores llamativos y elementos curiosos como ascensores y piscinas.

Ventajas de los juguetes clásicos

La tecnología ha ocupado cada rincón de nuestras vidas, pero crecer tan inmerso trae sus quebraderos de cabeza a la larga, por eso es tan importante ofrecerle a los más pequeños lo mejor de los dos mundos.

Estos juguetes permiten un mayor desarrollo del aprendizaje de la empatía, ya que los niños crean ambientes seguros donde comparten sus emociones, manifiestan pensamientos y nos muestran sus necesidades de forma más clara. Además, son bastante útiles para ejercitar el lenguaje y desarrollar otras habilidades; el poder organizar las muñecas y adecuar los pequeños saloncitos hacen que se desarrolle en los pequeños un sentido del orden y del trabajo en equipo.

A todo esto debemos sumarle que ayudan a construir el sentido de la responsabilidad, esto se debe a que estos juegos permiten el acercamiento a la organización que se dispone sobre una vivienda, con sus respectivas obligaciones tales como la limpieza y el cuidado. Finalmente, cuidar de las muñecas que viven en la casa los introduce en la independencia por sí mismos y a compartir si juegan con otros niños.

Alexandra Hidalgo
Disfruto del orden que habita en el caos de ahí mi amor por la moda, la fotografía, los libros y mis peleas con lo absurdo.
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