Dos simples pasos mentales para contrarrestar los efectos del estrés

reduce tu estrés

Uno de los más maravillosos órganos conocido por el hombre es el cerebro. Éste tiene la capacidad de crear nuevos patrones de comportamiento y bloquear cualquier hábito o conducta que nos esté, de alguna forma, perjudicando. Al menos a esta conclusión ha llegado el Dr. Herbert Benson con su técnica “respuesta de relajación” para contrarrestar los efectos del estrés.

El Dr. Benson, cardiólogo y profesor de la Universidad de Harvard, se dio cuenta de la necesidad que existe de romper el tren de pensamiento cotidiano que nos coloca en piloto automático. Es como cuando conducimos por cualquier calle o avenida, pero no estamos totalmente conscientes de lo que estamos haciendo. En ocasiones hacemos ciertas cosas en este estado y la gran prueba es luego no poder explicarlo. Lo grave de esta situación es que no solamente estamos en piloto automático mientras conducimos, sino mientras conversamos frente a frente con una persona; nuestro cuerpo está allí, pero nosotros no estamos allí sino en otro lado.

La técnica consta de dos pasos muy sencillos. Primero, elegir una palabra o sonido para repetirlo durante la meditación. Esto funciona de la misma manera en que lo hace un mantra, que, aunque no tienen un significado preciso, se utilizan dentro del mundo de la meditación para enviar una señal lingüística al cerebro para que active una respuesta. La palabra a usar puede ser “paz”, “calma”, “amor”, entre otras. Lo importante es ayudarnos con la carga lingüística de nuestro idioma, para ayudar a nuestro cuerpo a salir del estado de estrés.

Por otro lado, ya habiendo tenido claro la forma en que usaremos nuestro mantra y por qué es importante, pasamos al paso número dos: tener indiferencia de los pensamientos que vienen a nosotros. Sigmund Freud, uno de los referentes más importantes en el trabajo del inconsciente humano, descubrió que lo contrario al amor no es odio sino la indiferencia. Eso es lo que tenemos que procurar para los pensamientos perturbadores que vienen a nuestra mente. La suma de estos dos pasos nos llevará al objetivo que perseguimos, romper con el tren del pensamiento cotidiano.

La práctica es muy sencilla, primero nos colocamos en una posición cómoda, sin ropa ajustada. Relaja todos tus músculos y apoya tu espalda. Siente cómo los brazos, las piernas, la cara empiezan a tener algo de peso. Esto es tu mente concentrándose en las partes de tu cuerpo. Mantente relajado, respira con naturalidad, no profundamente, y toma conciencia de tu respiración. Si no alcanzas un estado de relajación profundo, no te preocupes, con la práctica te relajarás sin esfuerzo. Mantén una actitud pasiva y deja que la relajación se presente según su propio ritmo. Si aparecen pensamientos perturbadores, intenta ignorarlos y déjalos pasar no ocupándote de ellos y volviendo a repetir la palabra que has elegido.

A través de esta técnica se reducen los estados de ansiedad, se calma la mente y se combaten los efectos del estrés. Benson demostró que los efectos de la respuesta de relajación son completamente contrarios a los producidos por la ansiedad, que no es otra cosa sino la preparación para la lucha o la huida. Los resultados de esta meditación son la disminución de la frecuencia cardíaca y la presión arterial. Igualmente baja la frecuencia respiratoria y el consumo de oxígeno.

La literatura de todas las culturas nos enseña que, de una manera u otra, todas tienen en su constitución estos dos simples pasos que acabamos de describir para contrarrestar los efectos del estrés. La medicina actual, que había ignorado durante tanto tiempo todas estas implicaciones que tiene la meditación sobre la salud, está ahora mostrando todos estos métodos que fueron creados muchos años atrás, pero que eran desconocidos por la mayoría. La salud de nuestra mente es la primera que debemos procurar para mantener un estilo de vida saludable y con mayor calidad.

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