“Igualdad de pago por igualdad de trabajo” (equal pay for equal work), es la norma que se implementó, a partir de 1963 en los Estados Unidos, en áreas laborales para evitar la diferencia salarial que existía entre hombres y mujeres que compartían cargos similares. Lamentablemente, después de más de 5 décadas, las diferencias de pagos entre hombres y mujeres siguen existiendo y se ha hecho un tema común en entrevistas y red carpets de Hollywood.
Cerca del auge del movimiento #MeToo, también salió a la luz las diferencias de pago que existían entre actores y actrices reconocidas. Uno de los casos más hablados fue el de Michelle Williams y Mark Wahlberg, por las regrabaciones que requirió la película All the Money in the World, debido al escándalo de Kevin Spacey. Tal fue la controversia que Wahlberg terminó donando toda su parte de las regrabaciones para la causa #MeToo.
Una de las actrices que más ha verbalizado su descontento con esta situación ha sido Jennifer Lawrence que, luego del hackeo a Sony en el 2015, se enteró de la diferencia de sueldos desproporcionada que tenía con sus compañeros de American Hustle, película que fue muy galardonada y hasta le valió una nominación al Oscar como actriz de reparto. En un ensayo para Lenny, la actriz escribió que debido a otras dos franquicias, no quiso sentarse a negociar por más dinero porque no le hacía falta, temía ser considerada como una actriz “difícil” o “malcriada”, que no fue hasta que vio lo que ganaban los actores de la película que se dio cuenta que negociar por un mejor sueldo es algo importante para uno mismo.
Otro fue el caso de Catt Sadler de E!News. La conductora del programa de noticias renunció a su puesto en el 2017, luego de 12 años de trabajar para la cadena. Después de enterarse que Jason Kennedy, el otro presentador del programa, ganaba más del doble que ella, Sadler decidió renunciar debido a la injusticia. El canal pasó un momento incómodo en la red carpet de los Golden Globes 2018, cuando la actriz Debra Messing en una entrevista, reclamó la desventaja de sueldos que sigue existiendo en esta época. Fueron varias las actrices que durante la temporada de premiaciones apoyaron a Sadler y al movimiento de Equal Pay.
Más grave aún, esto no es solo un tema de hombre versus mujer. El caso de Jessica Chastain y Olivia Spencer, demostró que la discriminación salarial llega hasta por un tema de raza. Las actrices emprendían un proyecto de comedia juntas cuando Chastain se enteró que Spencer estaba cobrando menos que ella, teniendo la misma relevancia en la película. Luego de negociaciones, Spencer terminó ganando 5 veces más de lo que había acordado en un principio.
El movimiento del Equal Pay es algo que no debería quedarse solo en Hollywood. Casos como estos nos demuestran tanto a mujeres como a hombres, que la costumbre de “no hablar de dinero en la mesa” está un poco obsoleta. Si bien alardear de nuestro salario sigue siendo de mala educación, saber el valor de nuestro trabajo y exigir el monto adecuado es más importante que cualquier sensibilidad que pueda existir en el ambiente laboral.