Parece muy osado catalogar la ropa fitness como una necesidad sobre todo para aquellas almas perezosas que disfrutan de la magia del sedentarismo. Pero lo cierto es que tengamos los hábitos que tengamos, este tipo de ropa nos presenta ventajas que son muy difíciles de rechazar. Te contamos algunas cosas que necesitas saber si aún no contemplas estas prendas como una posibilidad.
Más allá del ejercicio
La ropa de fitness para mujer está elaborada en materiales elásticos, tacto de melocotón, seamless y acanalados para ofrecer comodidad según el tipo de personas y utilidad que le demos a la prenda. Es decir, que si eres de las que ama ejercitarse, estos conjuntos pueden servirte para ir al gimnasio o para salir a hacer las compras; de igual forma pueden ser funcionales para andar por casa, buscar a los niños al colegio o hacer recados rápidos.
Beneficios inigualables
El principal beneficio que tienen las prendas deportivas es la comodidad, así que sustituir nuestros vaqueros por unas mallas de fitness para mujer, y los tacones por deportivas supondrán un gran alivio que se ve genial porque es una estética de tendencia.
Por otra parte, si las mallas no te convencen pero te encantan los chándales, Katie Holmes ya nos autorizó a convertirlos en imprescindibles siempre que lo combinemos con abrigos y bolso elegante. Además de la ventaja estética, nos encontramos que no comprimen el cuerpo lo que ayuda a nuestra circulación sanguínea a fluir; esto reduce la posibilidad de sufrir pesadez en las piernas, retención de líquidos y la temida aparición de las várices o la celulitis.
Otro beneficio para nuestra salud es que estas prendas al no ser exageradamente ceñidas como lo serían nuestros vaqueros normales hacen que nuestra cintura no esté apretada por tanto tiempo, lo que equivale a mejorar la digestión, los dolores y otras molestias causadas por la opresión que producen nuestras prendas «regulares».