Últimamente nuestros feeds están llenos de recursos para mantener nuestro rostro lo más libre del paso de los años. Con estos increíbles masajes hemos visto que los acompañan dos piezas que nos han vuelto locas y hemos salido corriendo a comprarlas, con la cosa que nos dejamos llevar por la emoción y los tutoriales pero no terminamos de entender de qué van o cuál es mejor. Así que prepárate para conocer los beneficios que la Gua Sha y el rodillo de cuarzo tienen en nuestra piel.
El autocuidado es una necesidad de nuestro siglo
Atrás quedaron los tiempos en que solamente las famosas o miembros del Jet Set se mantenían jóvenes por más tiempo, en nuestro siglo se ha desplegado una serie de conceptos que poco a poco se han ido arraigando en nuestra mente, el autocuidado es uno de ellos; es que tiene todo el sentido del mundo… ¿si no estamos bien con nosotras cómo estarlo con el mundo en general?
Es aquí que entran en acción las herramientas de masaje facial, solo con unos minutos al día no solo logramos retrasar la apariencia de los años, sino que logramos beneficios internos que hacen que cada día sintamos más amor y respeto por nosotras mismas.
Entramos en materia…
Ambos instrumentos cumplen la función de favorecer el drenaje linfático y estimular la circulación de los músculos del rostro. Es por ello que hay saber utilizarlo bien ya que moviliza la linfa, logrando disminuir los volúmenes e inflamaciones; a esto le sumamos la eliminación de toxinas acumuladas, mejorando así la microcirculación.
A pesar de su similitud y de obtener los mismos beneficios son dos herramientas diferentes, por lo que es aconsejable combinarlas.
¿Qué las diferencia?
Las principales diferencias están en cómo se desplazan por la piel y los efectos que sus movimientos tienen en nuestra piel. Es decir que, mientras el rodillo hace una rotación estimulando la linfa hacia el ganglio de manera suave, ya que solo actúa en la barriguita de la piedra. Mientras que la gua sha realiza un drenaje linfático mucho más intenso, esto se debe a que tiene más fuerza y más superficie de contacto en nuestra piel.
Dicho de otra manera, con el rodillo vamos a realizar drenajes linfáticos muy suaves basados en el masaje, y con la gua sha haremos tanto un arrastre del líquido superficial como de las toxinas. Es por ello que la combinación de ambos hace que el drenaje linfático sea más eficaz logrando mejores resultados.
Hay días en los que buscamos desesperadamente desinflamar los tejidos o lograr un efecto lifting inmediato, para ello lo recomendable es optar por la gua sha, mientras que si queremos mejorar la circulación sanguínea y que los cosméticos penetren mejor, usaremos el rodillo.
¿Listos para sacarle el máximo provecho a estos instrumentos?