Hay quienes piensan que no hay mejor sitio para dormir que el hogar hasta que se encuentran en un buen hotel con todo tipo de exquisitas comodidades, entre ellas un sublime menú de almohadas, este menú poco convencional nace con el firme propósito de ofrecer a cada cliente el confort que necesita.
El menú de almohadas se ha convertido en un valor agregado para que el huésped disfrute de su estancia y marcar la diferencia con otras cadenas hoteleras. Esta estrategia se ha popularizado tanto que incluso se contratan a consultores del sueño para definir cuáles son las mejores almohadas para hoteles.
Una almohada para cada quien
Consultando con estos expertos hemos descubierto que no existe una almohada que sea mejor que la otra, ya que todo dependerá de los hábitos de cada persona, así que el tipo de firmeza (blanda, media o dura) y su altura es solo cuestión de gustos. Es decir, que si una persona acostumbra a dormir de lado, lo más acertado es escoger una almohada con más grosor y altura que aquellas que se utilizarían si se durmiera boca arriba. Quienes duermen boca abajo, deberían elegir una almohada de escaso grosor y con poca consistencia (de 8 a 10cm).
También podremos encontrarnos con almohadas aromáticas que nos llevan a un estado de relajación e incluso evocan un escenario romántico hasta las que previenen ronquidos. Pero esto no es lo más curioso que vamos a encontrarnos, para aquellos que les encanta dormir abrazados van a poder conseguir las que tienen forma de C, y si les gustan oir nana van a poder adquirir almohadas con altavoces incorporados.
Tipos de almohadas para un sueño reparador
Hay cadenas de hoteles que cuentan con 75 almohadas diferentes, pero a pesar de esta extensa variedad hay que prestar especial atención al material con el que están elaboradas. Te contamos cuáles son los más comunes y sus características.
Almohada de fibras
Se caracteriza por tener menos consistencia que otros materiales, por lo que se convierte en una opción adecuada para las personas que tienen poco peso o niños a partir de un año. Un dato curioso sobre la edad es que no se recomienda que los niños menores al año utilicen este herramienta de descanso.
Estas almohadas son hipoalergénicas, transpirables y frescas lo que facilita la evaporación de la humedad. Son adaptables y de baja firmeza, lo que es una desventaja si es de uso prolongado.
Almohada de plumas
Para muchos, esta es la mejor de todas las almohadas del mercado, pues ofrecen soporte a la cabeza y el cuello recto, convirtiéndose en las aliadas de las cervicales. Un aspecto en contra podría ser el hecho de que si no tienen suficiente relleno resultan muy blandas y dan mucho calor. Generalmente son bastante mullidas; si estás pensando en adquirir una de estas almohadas te recomendamos el plumón de ganso, genera mayor cuerpo y es más esponjosa.
Almohadas Viscoelásticas
Es uno de los materiales más adaptables, su tipo de espumación sintética de alta densidad tiene la capacidad de adaptarse a la forma del cuello y la cabeza gracias a su alta resistencia. Una vez que dejamos de hacer presión y va perdiendo calor, esta almohada vuelve a su forma original.
Muchos la eligen por la sensación de calidez debido a su sensibilidad a la temperatura, lo que le otorga sencillez y un efecto envolvente. Algo destacable es que a mayor densidad más calidad y durabilidad.
Almohadas de gel
Su principal característica es que su estructura disipa el calor como no lo hace ninguna otra almohada, lo que resulta un alivio a la presión, mejora la comodidad, un mejor apoyo y un sueño más profundo. Su constitución es muy parecida a la viscoelástica pero incorporando una fina capa de gel en una de sus caras para descender la temperatura algunos grados.
Almohada de látex
Si lo que se busca es suavidad pero apoyo firme, esta es la indicada. Favorece una buena sujeción de la cabeza, cuello y hombros; lo que la hace muy adecuada para quien duerme de lado, personas corpulentas y para los que sufren de problemas cervicales. También cuenta con un aislamiento térmico que alivia el calor.