Zonas erógenas: ¡comencemos a explorar!

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Las zonas erógenas perciben sensaciones eróticas; éstas pueden ser activadas y estimuladas con besos, caricias, respiración o tocadas con algún otro objeto.

No hay nada más placentero que un beso en el cuello o caricia en la espalda, pero existen muchísimas otras partes de nuestro cuerpo que realmente pueden ser exploradas y prendidas de una manera que de seguro no sabías.

“La obsesión por la genitalidad hace que muchas veces descuidemos otras partes de nuestro cuerpo y el de nuestra pareja” palabras de la escritora Sylvia de Béjar, autora de Tu sexo es tuyo. Con el tiempo, la rutina y practicidad de las cosas, nos hemos concentrado solo en el acto y olvidado del antes y post encuentro.

zonas erógenas

Y esto no solo se basa en lo que se dice que solo disfrutan las mujeres, el pre, jugueteo y estimulación antes del coito, juega un rol importante en la complicidad y placer conseguido de ambos en la pareja.

Hay zonas erógenas que son seguras y están un poco sobrevaluadas, “además de los senos, labios, genitales y boca, hay otras partes a las cuales debemos sacarles más provecho durante los encuentros pasionales: lóbulos de las orejas, parpados cuello, hombros, axilas, alrededor de muslos y ombligo, pies, cintura, detrás de las rodillas…” y muchas zonas más.

Puedes dedicarte a explorar el cuerpo de tu pareja y viceversa, así ambos podrán descubrir nuevas áreas que no sabían que se encendían.

Aparte, estas zonas pueden ser activadas de distintas maneras, ya sea con las manos, dedos o haciendo contacto con cualquier otra parte del cuerpo.

Prueba también incluir otros objetos que varíen en texturas y temperaturas, como plumas, pinceles, hielo o algún liquido como aceites o chocolate que permita que las caricias sean más placenteras y el encuentro pueda volverse aun más sensual y especial.

Lóbulos de las orejas

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Esta zona la conforma una piel sumamente suave, lo que la vuelve súper erótica para muchos. La clave está en estimularlas con mucha delicadeza, sino por el contrario causarán un mal efecto.

La Clavícula

Este pequeño huesito puede provocar muchas pasiones, la piel que lo cubre es bastante sensible y además está cerca de zonas que son eróticas y básicas al momento de estimular, labios, cuello y pecho.

Dedos y Palmas de las manos

Ellas son unas de las principales protagonistas y herramientas para dar placer, pero éstas a veces son olvidadas para ser estimuladas. Tanto la palma de las manos y los dedos son una parte súper receptiva del cuerpo, te puedes llegar a sorprender con el efecto de las caricias y besos en ellas.

Los Pies

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Este es uno de los fetiches más extraños y comunes a la vez, unos los aman otros los repudian por completo. Si lo que queremos es probar, la higiene es fundamental en esto, sino se volverá un encuentro mata pasiones.

Cerebro

Es una de las zonas más erógenas por excelencia, ya que desde allí surge el deseo y la decisión de escoger una pareja. Hay una parte de él llamada VTA que es la encargada de crear la dopamina; ésta nos da la sensación de deseo, obsesión, éxtasis y energía.

Por lo tanto, intenta comunicar lo que deseas, así el cerebro irá fantaseando y creando chispas previas antes del encuentro pasional.

La anticipación al acto sexual hace que ambos alcancen mayor excitación, aunque cada persona tiene gustos distintos, intenten probar cada zona erógena para así descubrir cuál te activa más.

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