La ropa de segunda mano nunca fue tan trendy

segunda mano

La moda se reinventa una y otra vez, lo que se hacía impensable y de mal gusto se ha convertido en toda una necesidad y declaración de intenciones. La ropa de segunda mano se ha presentado como una tendencia que llegó para quedarse, y es que entre el afán de arraigados a las prendas de otras décadas y el movimiento sostenible, hay vida más allá de la primera salida.

Un movimiento nada reciente

Por ahí dicen que todo ya está inventado, así que no es de extrañar que este magnífico movimiento viera sus inicios con la Segunda Guerra Mundial, las primeras prendas utilizadas para esto datan de la Gran Depresión.

Ahora volvemos a retomarla por múltiples razones, como dijimos antes ha colaborado muchísimo que las tendencias actuales estructuradas desde los archivos de décadas anteriores, por lo que esta alternativa es atractiva a la hora de hacernos con piezas que encajan a la perfección con lo que queremos transmitir. A esto hay que sumarle el reciclaje, muchos de los entusiastas de la vida sostenible han encontrado un gran aliado, ya que la reutilización de prendas ya sea para usarlas tal y como están o customizarlas ayudan a la reducción de la vorágine de contaminación que representa el fast fashion.

Hoy esta tendencia también resurge gracias a la pandemia vivida en 2020, muchas cosas empezaron a ser completamente innecesarias luego de tanto tiempo en casa, así que al reducir gastos a lo más básico, muchos tomaron la decisión de ganar un dinero extra con la venta de muchos artículos que seguro vuelve a ser tendencia en algunas décadas. Para ello se han valido de plataformas como Wallapop, la app móvil de compraventa que fomenta el consumo responsable y cuyo propósito es evitar la sobreproducción.

Los envíos por Wallapop se gestionan a través de Correos si se desea entregar el paquete en oficina o con Seur si se prefiere que un mensajero pase por casa a recoger el paquete.

Aquí te contamos cómo funciona Envíos Wallapop en unos sencillos pasos.

  1. Crear el anuncio y seleccionar el peso: Para poder hacer envíos por Wallapop, el vendedor ha de indicar el peso del artículo en el momento de crear el anuncio.
  2. Realizar el pago y aceptar la oferta: Para comprar el artículo, el comprador tan sólo ha de pulsar el botón de “Comprar” y rellenar la información que se le solicitará (dirección de entrega, método de pago, etc.). El dinero de la transacción permanecerá protegido por Wallapop hasta que se reciba el producto. El comprador podrá seleccionar si desea recoger el paquete en una oficina de Correos (opción más económica) o si prefiere recibirlo en casa. Realizado el pago, el vendedor deberá aceptar la oferta y seleccionar cómo quiere entregar el paquete.
  3. Preparar el paquete: Es tarea del vendedor embalar la mercancía correctamente. Wallapop facilitará un código de envío que se deberá presentar en la oficina de Correos para que admitan el paquete, o bien imprimir la etiqueta del envío que nos darán si el mensajero de Seur viene a casa a recogerlo.
  4. Verificar la compra: Una vez recibido el artículo, el comprador dispondrá de 48 horas para probarlo y abrir una disputa si no está conforme con lo recibido. En cambio, si todo ha ido bien, el dinero de la venta se libera y el vendedor lo recibirá en un plazo aproximado de 5 días laborables.

La alternativa perfecta

Una buena alternativa a Wallapop Envíos la encontramos en Beseif, un sistema de pago y envío especializado en compraventas entre particulares. Puedes utilizarlo para pagar y enviar en Wallapop y en cualquier otro portal de anuncios y segunda mano. Del mismo modo, este método de pago guarda el importe de la operación hasta que se recibe y verifica el artículo.

Lo más curioso de todo esto es que cada día son más las plataformas que se suman a este cómodo sistema, lo que nos facilita la labor de conseguir auténticos tesoros de segunda mano a precios inmejorables. Así que solo tenemos que emprender la búsqueda del tesoro, dar clic, pagar y esperar a que llegue a nuestros hogares.

Alexandra Hidalgo
Disfruto del orden que habita en el caos de ahí mi amor por la moda, la fotografía, los libros y mis peleas con lo absurdo.
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