Los mapas mentales están a nuestro favor

De una manera u otra estamos familiarizados con el término mapas mentales, esta simple representación gráfica se encarga de jerarquizar las ideas partiendo de una central. Y esta sencilla actividad tiene un gran poder cognitivo, ya verás por qué.

Un mapa mental es un diagrama que de manera visual ayuda a simplificar el aprendizaje de una asociación de ideas. Esta manera organizada se representa a través de palabras clave, imágenes, dibujos o colores que relacionan los distintos elementos que parten de la idea principal.

Este diagrama viene funcionando como nuestras neuronas es por ello que cada esfera que pensamos para un mapa mental puede hacer que existan otras burbujas de pensamiento relacionado, esto estimula nuestra memoria a corto plazo ya que nuestro cerebro reconoce los patrones.

Qué son los mapas mentales: 20 ejemplos y cómo hacerlos

Características de un mapa mental

El concepto principal del mapa mental se representa en el centro, habitualmente con una imagen.
Las ideas secundarias asociadas al concepto principal se estructuran alrededor de la idea central, habitualmente en una forma radial.
Cada idea secundaria forma una ramificación que utiliza diferentes colores para destacar visualmente cada concepto.
La utilización de imágenes y dibujos son la clave del proceso para remarcar estas ideas.
Los conceptos que se encuentran más lejos de la idea central tienen menos importancia dentro del mapa mental.
La creación de mapas mentales constituye en sí mismo una técnica de estudio muy eficiente.

Función de los mapas mentales

Ayudan a clasificar la información visualmente, son como anotaciones gráficas que contribuyen a transmitir mejor la conexión de ideas y esto favorece al aprendizaje. También son un gran estimulante para la creatividad y facilitador del inicio del estudio, es por ello que siempre están presentes en los libros de negocios y finanzas.

¿Cómo crear nuestro mapa mental?

Lo primero que debemos tener en cuenta es que su desarrollo parte de una palabra clave, concepto o idea. A la hora de crear tu mapa mental no te cortes con los insumos utiliza desde recortes, palabras hasta dibujos siempre uniéndolos con algún conector que te haga fácil su lectura, el más utilizado siempre es la línea pero puedes utilizar lo que te haga sentir más cómodo con tu composición.

La estructura base se compone por estos tres pasos:

Concepto central: En el espacio que elijas, sitúa la palabra –o el recurso que sea- principal en el centro. Esto nos va a permitir añadir las ideas derivadas alrededor, manteniendo cierto orden.
Anexa ideas asociadas alrededor del concepto principal: Aquí nos podemos sentir en completa libertad para jugar con nuestra imaginación, eso sí, respetando siempre el orden jerárquico de las ideas en torno a la idea principal.
Asociación de los conceptos: Este paso es esencial para poner orden en las ideas muchas veces utilizamos la línea como forma de conectarlos, pero siempre puedes utilizar la forma que mejor te convenga.

El experto en mapas mentales Tony Buzan recomienda:

Utiliza símbolos, imágenes, códigos y proporciones en el mapa mental.
Elige las ideas clave y destácalas utilizando letras mayúsculas.
Cada idea o concepto debe asentarse sobre su propia línea.
Todas las líneas deben partir del concepto central, y deben tornarse más finas a medida que se alejan del centro.
Las líneas deben tener la misma longitud que la palabra que respaldan.
Utiliza diversos colores para fomentar la estimulación visual y ayudar a la agrupación de ideas.
Procura crear tu propio estilo a la hora de hacer tus mapas mentales.
Señala las asociaciones entre los conceptos y utiliza el énfasis.
Procura crear un mapa mental claro y organizado utilizando la jerarquía radial.