Si hay algo que no nos fastidia en la vida es seguir una buena rutina de skincare y que nuestros poros permanezcan dilatados. Este es por mucho uno de los principales problemas estéticos que siempre terminan en la aparición de espinillas.
La apertura de nuestros poros puede deberse a diferentes factores y entre ellos destaca la falta de hidratación de nuestra piel, un mala limpieza del rostro, una dieta deficiente, el envejecimiento, el exceso de sol, el fumar o la falta de ejercicios.
El tener los poros abiertos no solo es un problema estético, sino que ocasiona problemas mayores para la salud de nuestro rostro, de esta manera es que se acumula fácilmente la suciedad, formándose los puntos negros, las espinillas y el acné.
Para lograr evitar que esto suceda podemos incorporar estos hábitos a nuestras rutinas de cuidado de la piel:
- Baño de vapor: el calor contribuye a la apertura de los poros, sin embargo, realizar baños de vapor una vez a la semana ayuda a mantenerlos limpios de sebo y residuos que se puedan acumular como restos de maquillaje o sudor. Para ello solo debemos hervir agua en un cazo y colocarnos encima con una toalla para que todo el vapor nos dé de lleno en el rostro y lo limpie.
- Exfoliación: dos veces a la semana realizarnos una suave exfoliación evitará el exceso de residuos que pueden mantener nuestros poros sucios. También eliminaremos el exceso de piel muerta.
- Limpieza profunda: cada mañana al despertarnos es importante limpiar muy bien nuestra piel con productos especiales para su cuidado, también es inteligente incorporar utensilios como cepillos de limpieza facial que remuevan profundamente la suciedad.
- Hidratación: una de las principales causas de los poros abiertos es la deshidratación; para ello debemos enfocarnos en aplicar productos que contribuyan a ello e ingerir los 2 litros de agua diarios recomendados.
Remedios caseros que ayudan a cerrar los poros
1# Clara de huevo
Si quieres eficacia, esta mascarilla es lo que buscas, cuando nos aplicamos la clara de huevo en el rostro logramos que este estire y tonifique nuestra piel; esto encoge considerablemente los poros dilatados.
Para preparar esta mascarilla solo necesitarás un poco de clara de huevo, dos cucharadas de avena o pasta de arroz y unas gotas de zumo de limón. Con ella formamos una pasta y la aplicamos en el rostro durante media hora y la retiramos con agua fría; esta mascarilla debemos aplicarla por la noche ya que el zumo de limón mancha la piel con la exposición al sol.
2# Bicarbonato de sodio
Para esto solo necesitamos hacer una pasta con dos cucharadas de bicarbonato de sodio y otras dos de agua tibia. Lo aplicamos sobre la zona donde tengamos los poros más abiertos y masajeamos durante un minuto. Aclaramos con agua fría.
3# Hielo
El frío contribuye activamente a cerrar nuestros poros, por lo que lo convierte en el paso final de las exfoliaciones y limpiezas faciales. Solo asegúrate de aplicarlo por algunos segundos porque de lo contrario puedes quemar tu piel.