Pablo Ruiz Picasso, considerado el mejor artista de la historia contemporánea, considerado un artista universal y un genio del mundo del arte. Siempre mostró pasión por su trabajo y por la vida, fue polifacético, pintor, dibujante, grabador, escultor, ceramista, muralista, escenógrafo y figurinista.
Nació en Málaga el 25 de octubre de 1881 y falleció en Mougins, el 8 de abril de 1973. En su larga vida fue autor de grandes obras de arte, pero mejor aun, formó parte de todo un movimiento artístico en el siglo XX, que serviría como referencia para otros grandes artistas de la historia. Es imposible hablar de arte y de historia sin traer recuerdos de este artista.
Fue el primer artista en utilizar la técnica del cubismo, en 1907, técnica que seria considerada «movimiento artístico» una tendencia esencial, pues da pie al resto de las vanguardias europeas del siglo XX. No se trata de un ismo más, sino de la ruptura definitiva con la pintura tradicional.
Se le debe también el llamado “feísmo picassiano” convirtió lo feo en una nueva categoría de belleza. Esto comenzó con el estudio y el impacto que había causado en él tanto el arte negro, como el egipcio, el mundo medieval o las esculturas ibéricas. A Picasso lo “feo” le sirve para expresar la angustia humana. Hay aproximadamente 10 museos en el mundo que rinden homenaje únicamente a la vida y obra de este artista que como otra de las características, destacan las reinterpretaciones que realizó de sus ídolos, en su último periodo de vida.
Respondiendo a la pregunta inicial, sobre por qué Picasso es considerado un artista disruptivo: él nunca se adhirió a ningún movimiento de vanguardia, aunque colaboró y tuvo muchos amigos entre todos ellos. Picasso absorbía todo lo que veía y tenía tanta creatividad y personalidad, que lo transformaba todo, siempre, en algo propio y original.
Entendiendo lo disruptivo como «la innovación que cambiará la manera en la que el mundo aprende”.
«Puede quien piensa que puede, y no puede quien piensa que no puede. Esta es una ley inexorable e indiscutible».
Pablo Picasso