Scarlett Johansson contra Disney: Comienza la Batalla

scarlett johansson

La pandemia del COVID-19 ha trastocado cada elemento de nuestra cotidianidad, incluyendo la forma como consumimos el entretenimiento. Dependiendo de la semana podemos ir o no a ver un film en una sala de cine; protocolos de bioseguridad de por medio: uso de mascarillas, uso de gel antibacterial y distancia de seguridad de metro y medio entre butacas.

Ante esta “nueva normalidad”, el streaming se ha posicionado como la nueva forma de esparcimiento en la comodidad del hogar. No hace falta salir de casa para ver lo que queramos y con un pago extra podemos disfrutar un estreno de Hollywood, beneficiando a todos. Bueno, a casi todos.

En un movimiento que ha causado conmoción, Scarlett Johansson ha demandado a Walt Disney Studios por ganancias no reconocidas debido al estreno simultáneo del film “Black Widow” en salas de cine y en la plataforma Disney+.

De acuerdo con Johansson y su abogados, el estudio rompió el contrato que estipulaba en una de sus cláusulas “la promesa de un estreno exclusivo que sería en salas de cine por parte de Marvel Studios”, con un sustancial porcentaje de dinero por recaudación.

Sin embargo, Disney como propietaria de Marvel, mencionó: “Esta demanda es especialmente triste e incómoda en claro desprecio por los efectos globales, prolongados y horrorosos de la pandemia del COVID-19”. En lugar de evadir el caso, el estudio decidió asumir una postura frontal.

No es la primera vez que una estrella de Hollywood toma acción contra un estudio. En 1943 la actriz Olivia de Havilland terminaba su contrato de 7 años con Warner Bros., además de tener una relación tirante con Jack Warner. Siendo estrella bajo contrato, sus mayores éxitos eran cuando la prestaban a terceros –algo que era la norma cuando los estudios de cine tenían contratos leoninos para su personal-, mientras que los papeles que le ofrecía Warner eran románticos sin mucha calidad. Al aumentar su caché, empezó a rechazar estos roles; en consecuencia, Jack Warner la suspendió por 6 meses; terminado su contrato esperaba que ella se quedara por seis meses más recuperando tiempo y ganancias.

Olivia De Havilland, la primera artista en demandar a un estudio de cine

De Havilland demandó a Warner Bros. en la misma corte de Los Ángeles que Johansson hizo su acusación contra Disney. Luego de un dictamen exitoso y una apelación fallida, la “Ley De Havilland” se hizo norma. En respuesta, Warner trató de incluirla en una lista negra sin éxito.

Y tampoco es la primera vez que en el mundo del entretenimiento lo digital domina lo físico en detrimento de los artistas. Hace tiempo muchos músicos se retiraron de Spotify por las regalías que recibían por cada reproducción, muy diferente a como eran las ganancias por venta física de discos o difusión en radio o TV. Artistas como Taylor Swift vetaron por años a Spotify hasta que hicieron las paces; otros como Thom Yorke y su banda Radiohead están negados a que su música se distribuya por este medio.

¿Cómo afectará esta acción de Scarlett Johansson contra Disney a la industria del entretenimiento? Hay rumores de que Emma Stone ejercería una acción similar ante la recaudación de su film “Cruella”. Grupos como Women In Cinema y Time’s Up han emitido su opinión: “Esas críticas hacen ver a Johansson como insensible o egoísta por defender su derecho a negociar. Este ataque no tiene lugar en una disputa de negocios y contribuye a generar un ambiente en el cual las mujeres son percibidas como menos capaces que los hombres en proteger sus intereses sin tener que hacer frente a críticas por su género”.

¡Comienza la batalla! ¿Quién ganará?

Frank Black
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