La preparación para lo que se va a beber es parte fundamental de la conexión, por eso aquí compartimos algunas notas sobre nuestras lecturas de los vinos Pet-nat (petillant naturel):
- El coronavirus, el confinamiento y los viajes. Aparte del dolor de la pérdida de vidas y la presión de la vida tras la mascarilla y demás cuidados, el coronavirus ha complicado mucho los viajes y ha postergado muchas de las excursiones de descubrimiento de vinos que solíamos hacer.
- El vino por venir. Pero el tiempo nos ha enseñado que tan importante como probar nuevos vinos, vinos verdaderamente diferentes, es estar informados sobre ellos. El reto es no convertir la información en un prejuicio sino tener cierta perspectiva.
- Aquí y ahora: los vinos petillant naturel. Así que aquí estoy leyendo sobre estos vinos espumosos, que se les conoce también como vinos elaborados según el método ancestral, que se abrevia su nombre a vinos pet-nat y que su elaboración es parecida a la del método tradicional pero el proceso en botella no es propiamente una segunda fermentación porque el líquido que se coloca no ha terminado completamente la primera fermentación. Por lo tanto, lo que ocurre en la botella no tiene demasiado control de parte del enólogo así que el vino puede variar de botella a botella y es esencialmente inestable. Y, por cierto, se venden con chapas, como botellas de espumoso antes del degüelle.
- El mejor vino. También he visto cómo hay un movimiento interesante de productores de estos vinos, no sólo en Francia que era bastante esperable sino en países como Chile y Australia. Pero toda esta lectura sin el vino cerca ha reforzado una convicción: no tiene sentido hablar del “mejor vino que he probado” sino que mi mejor descorche está por venir, esa ilusión es uno de los grandes placeres del vino.