La meditación es sin lugar a dudas una práctica milenaria que aporta muchísimos beneficios; actualmente, su popularidad ha ido en aumento gracias a la búsqueda de un equilibrio espiritual y emocional frente a la celeridad del día a día. Entre los innegables beneficios se encuentra el calmar la mente, reducir la ansiedad, favorecer el sistema inmunológico, mejora la atención y potencia los pensamientos positivos.
Si has intentado meditar sabrás que es una práctica tan sencilla que encierra complejidad, sobre todo al inicio ya que, precisa de disciplina y esfuerzo. La mente del mono es conocida por ser una mente en la que los pensamientos van sin orden y en completo caos, lo que nos dificulta poner toda nuestra atención en el momento presente, lo que hace que sintamos ansiedad o irritación porque es como tener varios conciertos en auge en la cabeza sin poder disfrutar de ninguno.
Para facilitarte la tarea de esta maravillosa práctica hemos recopilamos los siguientes consejos:
1 La mente nunca estará en blanco
Pensar que nuestra mente va a quedarse en blanco mientras meditamos es uno de los errores más comunes que nos frustran, la mente no se vacía jamás, por lo que la meditación conecta directamente con el inconsciente, es decir que deja que los pensamientos fluyan sin necesidad de prestarle atención a ninguno en particular.
2 Un lugar tranquilo es la clave
Un escenario tranquilo, limpio y ordenado es la clave para lograr una buena sesión de meditación. La postura que elijas puede ser cómoda, la más utilizada es la posición del loto en la que te sientas con la espalda recta, las pierdas cruzadas y las manos sobre las rodillas; pero si no es una posición cómoda puedes optar por acostarte, cerrar los ojos y relajarte.
3 Relaja tu cuerpo
Para empezar a focalizar la mente en el ahora podemos prestar atención a nuestro cuerpo por secciones e irnos relajando, notarás que cada vez se siente más cómodo, libre de tensiones y no piensas en lo que debes hacer en el día… lo que significa que ya estás meditando.
4 Respiración y fuerza abdominal
Para quienes prefieren la posición de loto es importante poner la fuerza y la respiración en tus abdominales y no en la espalda, porque si dejamos todo el peso en la columna no podremos aguantar ni 5 minutos. Si aún no controlas los diferentes tipos de respiración puedes empezar sentándote en una silla con respaldo.
5 Ten un mantra
El mantra es una palabra o frase que utilizaremos como motivación para dejar en pausa el lado lógico y hacer aflorar nuestras ideas positivas desde el inconsciente. El mantra se repite a lo largo de la práctica y se acompasa a la respiración.
6 Jala Mala
Estos son unos colgantes budistas de 108 cuentas, tradicionalmente elaborados con semillas de Rudraksha y con un penacho en el centro. Son bastante similares al rosario cristiano y se utiliza para una meditación más ordenada, el jala mala sirve para contabilizar cuantas veces se ha pronunciado un mantra y mantenernos centrados.